Las emociones actúan como una brújula interna y forman parte del ser humano. No obstante, el entorno tiende a enseñar a ignorarlas. Por ello, aprender a canalizar las emociones es fundamental para el bienestar y el desarrollo personal. El tema central abordado por el psicólogo clínico Carlos García durante una disertación dirigida a estudiantes y público general este miércoles 22 de octubre.
El conversatorio se realizó en la galería Rafael Monasterio del Auditorio Ambrosio Oropeza de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), ubicada al este de Barquisimeto, con el objetivo de promover la prevención de la salud mental.
El también docente universitario, explicó que el primer paso para gestionar las emociones es permitirse sentirlas plenamente, reconocer su origen y comprenderlas en profundidad. Solo así es posible manejarlas de forma adecuada. Sin embargo, indicó que esta última etapa suele ser especialmente desafiante para muchas personas, ya que a menudo no logran identificar claramente sus emociones, lo que puede llevarlas a sentirse sobrepasadas o a aferrarse intensamente a ciertos estados emocionales.
Ante la consulta sobre cómo la situación socioeconómica del país afecta las emociones de los venezolanos, señaló que probablemente una de las emociones que más predomina es el miedo, principalmente causado por la incertidumbre, las limitaciones económicas y el duelo migratorio. Este sentimiento de tristeza mantiene vivo ese duelo para muchas personas, dado que la experiencia de la migración ha sido algo inusual para los venezolanos. Aunque han pasado años y el flujo migratorio ha sido constante, aún hay quienes enfrentan dificultades para procesar el duelo asociado a la partida.
Como recomendación principal, sugiere moderar el acceso a fuentes de información que pueden intensificar la percepción negativa de la situación. Por ejemplo, si una persona enfrenta incertidumbre y angustia sobre un tema específico, buscar excesiva información relacionada solo agrava el problema. También es esencial hablar sobre lo que se siente, expresando esas emociones en un entorno seguro que permita externar lo que está afectando de manera constructiva.
El entorno juega un papel crucial en la forma en que canalizamos nuestras emociones y puede llegar a ser determinante. Por esta razón, resulta fundamental desarrollar la capacidad de autorregulación, ya que no siempre se tiene control sobre el ambiente en el que uno se encontrará, ni sobre si las personas alrededor tienden a provocar un mayor desbordamiento emocional. En este sentido, el trabajo a realizar debe enfocarse en el interior, y no en factores externos.
Hoy en día, muchas personas se sienten abrumadas por la constante inmediatez, lo que genera altos niveles de estrés e incertidumbre, especialmente entre los jóvenes. ¿Cómo logran manejarlo? -Expresándose, hablando de aquello que les inquieta, ya sea a través de la comunicación verbal, la actividad física, o explorando su lado artístico. Estas son herramientas clave para canalizar las emociones.
También es fundamental contar con un espacio seguro, que puedan sentirse comprendidos. Durante la adolescencia, suelen tener menos recursos emocionales debido a la falta de experiencia o las circunstancias vividas, lo que hace indispensable la presencia de un adulto cercano que brinde apoyo y contención emocional, subraya el psicólogo.
«Generación de cristal»
En relación con la llamada «generación de cristal», comentó que la observa con mucho respeto y no considera que las personas que expresan sus emociones sean débiles o frágiles. Más bien, lo percibe como un acto valiente el hecho de compartir lo que sienten. Esto ocurre porque venimos de una sociedad que ha invalidado profundamente las emociones. Ahora, cuando alguien joven llora o, especialmente si un varón expresa afecto diciendo que te quiere o mostrando cariño, se tiende a etiquetarlo como parte de la «generación de cristal». En realidad, lo que está sucediendo es que aún no se otorga el permiso pleno para sentir, explicó García.
?Cómo hacer higiene mental? Para llevar a cabo una adecuada higiene mental, es importante considerar el aspecto sociocultural y comenzar trabajando desde el núcleo familiar. A partir de allí, se puede extender a otros ámbitos, promoviendo que las personas comprendan que expresar emociones no está relacionado con debilidad. Por el contrario, hacerlo es una muestra de fortaleza porque permite conectar con lo que se siente y asumirlo de forma saludable, respondió.
Vale destacar que la música y el baile como detonador de emociones no podía faltar, Alma D’ Giacobi delectó a los presentes con un magistral baile flamenco. AC
