A juicio de Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos) es un insulto la propuesta del Ministerio de Educación de que los maestros jubilados vuelvan a las escuelas para impartir ante el déficit de docentes.
“Proponer que jubilados de la educación, que ya reciben pensiones irrisorias, vuelvan a dar clases es un insulto para quienes dedicaron 20, 25 o más años de sus vidas a las aulas”, dijo Provea en una publicación en X.
Rodríguez firmó una resolución en la que insta a los maestros jubilados, que deseen a reincorporarse a las aulas sin perder su derecho a la pensión.
«La principal tarea que tenemos es garantizar una educación de calidad, inclusiva y para todas y todos, pero la principal dificultad para lograr ese objetivo es nuestra propia burocracia, el funcionamiento del Ministerio», reconoció el titular de la cartera de educación quien asumió el cargo a finales de agosto.
Al respecto, Provea respondió al ministro que al igual que el resto de los trabajadores activos de la educación, los jubilados “merecen condiciones dignas, no ser obligados a regresar al trabajo”.
La organización detalló una lista sobre “mal burocrático” de la educación en Venezuela: Clases entre 2 a 3 días a la semana, escuelas en abandono estructural, alimentación escolar en mínimos históricos, masiva deserción por desigualdad, salarios y pensiones de hambre con base en salario mínimo 130 Bs. ($3,51)
El Gobierno venezolano anunció en septiembre un paquete de ayudas para docentes del sector público, que incluyen planes de salud, vivienda, uniformes, becas y créditos. Algo que a juicios de sindicatos educaciones no es novedoso porque lo contempla el contrato colectivo.
El plan no hizo referencia al aumento de salarios, una petición de los maestros, muchos de los ellos imparten clases dos o tres días a la semana o abandonaron sus cargos para dedicarse a otras actividades y aumentar sus fuentes de ingresos.
AC