Colombia prevé el fin de la tregua con la facción armada que dejó seis militares muertos en un ataque
Foto: Referencial Europa Press

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó desplegar al Ejército en el departamento de Nariño, situado en el suroeste del país, tras el asesinato de Luis Aurelio Araújo, un líder indígena del pueblo Awá que murió en un ataque achacado a grupos armados irregulares.

Petro, que condenó lo sucedido, pidió al ministro de Defensa, Pedro Sánchez, enviar efectivos a la región en un intento por reducir la violencia tras una nueva ola de ataques contra representantes indígenas. «No voy a sacar al Ejército de Catatumbo, pero hay que ampliar su presencia. Ahora hay que ir a esta zona, respetando la cultura indígena», afirmó durante una rueda de prensa.

Así, propuso una «alianza» entre el Estado y los pueblos indígenas para «impedir factores ajenos a su cultura» que provoquen «enfrentamientos e incluso asesinatos» en el seno de estas comunidades.

El ataque, que también se saldó con la muerte de los dos escoltas del líder indígena, tuvo lugar en Cuaiquer Viejo, zona rural del municipio de Ricaurte. El gobernador de Resguardo de Vegas, Niber Moreano, lamentó lo sucedido y destacó la labor de Aráujo.

«Nuestro compañero Aurelio era un amigo de toda la vida. Él nos estaba representando actualmente como coordinador general de la organización indígena en su tercer mandato» dijo Moreano en un comunicado. Los dos escoltas fallecidos fueron identificados como Jesús Alveiro Chaves y Yackson Orlando Solarte.

«Tenemos fuertes indicios que señalan que este tipo de hechos junto con los registrados hace cuatro meses en esta misma jurisdicción se deben a asuntos de tipo político», puntualizó el gobernador.

Por su parte, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) explicó que Araújo había sido reconocido oficialmente el pasado mes de marzo como líder indígena y explicó que «su labor como defensor de los derechos y la autoridad tradicional Awá lo convirtieron en el blanco de ataques en una región en la que se impone el control armado sobre la vida y la dignidad».

En total son 73 los líderes indígenas y defensores de los Derechos Humanos que han sido asesinados en Colombia en lo que va de año. La mayoría de estos ataques son perpetrados por grupos armados irregulares, organizaciones criminales cuyo objetivo es dominar las rutas del narcotráfico y minería ilegal que atraviesan territorios indígenas, así como por sicarios contratados por terceros.

Los departamentos más afectados por este tipo de violencia son el Cauca, Nariño, Antioquia y Norte de Santander, zonas con una fuerte presencia de actores armados y una débil presencia estatal. S

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