El presidente de Colombia, Gustavo Petro, extendió este miércoles una invitación formal a la líder opositora venezolana María Corina Machado para visitar suelo colombiano y entablar un diálogo sobre la «paz del Caribe». La propuesta surge justo después de que Machado abandonara Oslo tras recibir el Premio Nobel de la Paz. Petro enfatizó que es necesario rehacer el pacto de convivencia entre Estados Unidos y América Latina bajo los principios de soberanía y autodeterminación, alejándose de cualquier narrativa de intervención militar.
Invocando la figura de Simón Bolívar en el aniversario de su fallecimiento, el mandatario colombiano aseguró que el Libertador agradecería un diálogo que priorice la unión de la «Patria Grande». Petro sostuvo que Bolívar jamás aceptaría invasiones a su territorio, sino que en su lecho de muerte pidió paz y armonía. Con este gesto, Colombia busca posicionarse como un escenario de conferencia libre para Machado, buscando alternativas diplomáticas a la creciente tensión bélica en la zona.
Paralelamente, Petro defendió la soberanía de los recursos naturales frente a las recientes amenazas de Donald Trump, quien exigió la entrega inmediata del petróleo venezolano. El mandatario colombiano aclaró que en América Latina, a diferencia de EE. UU., el subsuelo pertenece a la nación por mandato constitucional. «Sustentar medidas soberanas sobre la propiedad de la nación no es robo», afirmó, señalando que Washington parece desconocer las legislaciones soberanas respaldadas por los pueblos de la región.
Para cerrar su postura, Petro lanzó una crítica histórica al sugerir que, bajo la lógica de propiedad que esgrime Trump, países como México podrían reclamar territorios como Texas, California o Nuevo México. La invitación a Machado y el rechazo a las presiones de la Casa Blanca marcan un punto de inflexión en la diplomacia colombiana, que insiste en el respeto a las leyes locales y en la búsqueda de soluciones políticas por encima de la fuerza militar.