«A mí me traicionan funcionarios del Gobierno a cada rato y terriblemente, puñaladas al fondo para matarme y me quieren matar», afirmó el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien instó a la ciudadanía a ejercer la presión necesaria para que las reformas salgan adelante.
«Sin el pueblo no hay nada que hacer», dijo durante una comisión sobre la reforma agraria, en la que denunció un pacto entre los grupos armados, el narcotráfico y una parte de la clase política para «tumbarle».
Explicó que este interés en «matar al presidente» se debe a las políticas del Gobierno, entre ellas la reforma agraria que busca entregar al campesinado las tierras, ahora en manos de grandes latifundistas o del crimen organizado. «Estamos cambiando y vamos hacia la verdad», expresó.
Asimismo, Petro confía en que en las próximas elecciones de 2026, la ciudadanía siga apostando por estas políticas, ya que apostar por «un gobernante de derecha con ganas de sangre» puede revertir, entre otras cosas, la reforma agraria.
«Espero que al pueblo colombiano no se le ocurra devolvernos a la sangre y a los falsos positivos», dijo. S
