El presidente de Perú, José Jerí, anunció la declaración del Estado de Emergencia en la frontera sur con Chile. Esta medida drástica responde al significativo aumento de la inmigración irregular, un punto de tensión que escaló después de que más de un centenar de personas bloquearan una carretera clave que conecta ambos países. El mandatario peruano fue enfático en su mensaje: «Nuestras fronteras se respetan», y confirmó una reunión de gabinete para redoblar esfuerzos con las Fuerzas Armadas y las autoridades migratorias.
El objetivo principal de esta declaratoria es intensificar los controles en la zona de frontera, buscando la «tranquilidad» de los ciudadanos peruanos. El presidente Jerí aseguró que el Estado de Emergencia «estará aprobado, publicado y vigente» antes de que termine el día, destacando que esta es la primera frontera en ser declarada en emergencia por motivos de migración irregular y seguridad ciudadana. La medida busca manejar la situación humanitaria y de seguridad que se ha generado.
Desde Chile, el ministro de Exteriores, Alberto van Klaveren, confirmó que ambos gobiernos mantienen un «diálogo permanente» para gestionar la compleja situación, que afecta a toda la región. El lunes está prevista una reunión para conformar un comité binacional de cooperación migratoria. Van Klaveren reconoció la «decisión soberana» de Perú, pero reiteró el compromiso de Chile de trabajar a través de los canales diplomáticos para encontrar una solución conjunta al problema.
La mayor parte de los migrantes varados son de origen venezolano, a quienes Perú les exige un visado para ingresar a su territorio. La situación actual podría tensarse aún más con el panorama político en Chile. La posible victoria del candidato ultraderechista José Antonio Kast en la segunda vuelta electoral, quien ha prometido la expulsión inmediata de extranjeros irregulares y el cierre de fronteras, añade una capa de incertidumbre al futuro de esta crisis migratoria binacional.