En materia de servicios fúnebres, también existe lo que se denomina sistema de previsión funeraria, que no es otra cosa que contratar en vida, con alguna empresa del ramo, la compra de un servicio funerario —valga la redundancia— de un tipo ya escogido por el cliente, a través del cual se cancela una determinada cuota inicial, y, luego, se va pagando en cuotas mensuales accesibles a ese cliente, un contrato que, por cierto también puede incluir al cuadro familiar.
Quien se esa manera se expresa es el señor Pedro Navarro, presidente del Grupo Funerario La Coromoto, una de las más antiguas del país, fundada por su fallecido padre, del mismo nombre, en el año 1952.
Navarro, quien nos atendió personalmente en su oficina, relata que, ciertamente, como ha ocurrido en las diferentes áreas del quehacer en el país, todo ha venido aumentando paulatinamente de precio.
–Y es por eso –destaca— que, a nivel de la cámara funeraria, casi todas las empresas del ramo, en todo el país, han incluido esta especie de “solución social”, como yo la llamo, y que favorece mayormente a la población más vulnerable, económicamente hablando.
–Y es un sistema que hemos implementado –sigue diciendo–, habida cuenta de que, si alguna situación puede tornarse complicada, por muchas razones, es aquélla en la que fallece un ser querido, y no se tenga al momento una previsión contractual al respecto.
Quiso asimismo nuestro interlocutor destacar el hecho de que, en la legislación venezolana, a este tipo de “solución social”, se le dedicó todo un articulado en la respectiva Ley de Funerarias del año 2017.
Tarifas
Abundando en el tema, quisimos por supuesto conocer del propio empresario funerario los precios de un servicio fúnebre cuando no se tiene el antes citado contrato de “previsión” o de “solución social”.
Al respecto, destaca que un servicio funerario que se puede llamar “formal” incluye el ataúd, a ser escogido por el cliente; servicio de velación, que puede ser en el domicilio del fallecido o en la sede funeraria; cafetería; servicio de carrozas, vale decir una para retirar el cuerpo del fallecido desde el lugar en donde haya muerto hasta el sitio de velación, y otra carroza fúnebre para el traslado del fallecido desde el lugar de velación hasta el destino final, bien sea el cementerio o bien sea la cremación.
–También hay que incluir allí el servicio de conservación externa del cadáver durante el período de velación.
–Este servicio, que pudiéramos llamar “normal”, tiene un precio que puede oscilar entre los 500 y los 700 dólares, y esa oscilación depende es del tipo de ataúd, o urna, que se escoja, bien sea de madera o de metal, con sus diferentes “accesorios”.
También influye –destaca– el hecho de si el cuerpo va a ser cremado, o sepultado.
–En este último caso –destaca Navarro–, influye asimismo el hecho de que, al menos en Barquisimeto, si el fallecido va a ser sepultado en el Cementerio Nuevo, dicha instalación municipal no cobra por ello absolutamente nada desde hace ya algunos años, y, si no estoy equivocado, en los demás cementerios del Estado Lara, sí se cobra por dicha sepultura.
Otro tipo de servicio, poco común, pero que ocurre de vez en cuando
Nos habla también Navarro de un tipo de servicio que, si bien no es muy común, no deja de ocurrir de vez en cuando.
–Es que hay veces que se presentan algunos clientes –dice— que simplemente contratan el servicio para el traslado directo, desde el Hospital Central o desde el lugar en donde haya fallecido, hasta el cementerio, y ya.
–Este servicio –añade— cuesta 250 dólares.
Otra “oscilación”
Dice Navarro que, en términos generales, algo así como “resumiendo”, es dable señalar que “un servicio funerario en este momento puede oscilar entre los 500 y los 1.500 dólares.
–Todo ello dependiendo de los componentes, o “accesorios” –por decirlo de alguna manera– que conlleve el servicio contratado.
Pago de contado
Cuando quisimos conocer de parte de nuestro entrevistado la forma de pago de este tipo de servicio funerario, nos informa que el pago debe ser rigurosamente de contado, “por muchas razones que la gente sabe entender muy bien”.
–Y es por eso –apuntó finalmente— que sugerimos a todas las personas, incluso del nivel económico que sea, que adquieran su sistema de servicio de “solución social”, en el cual ya todo se tiene previsto, y que, repito, lo ofrecen la mayoría de las empresas funerarias del país (RG).