(AP) — Un número récord de trabajadores humanitarios murieron en conflictos en todo el mundo el año pasado —más de la mitad después de que comenzó la guerra entre Israel y Hamas el 7 de octubre— y este año podría ser incluso más letal, dijo Naciones Unidas el lunes.
Los 280 trabajadores humanitarios de 33 países asesinados en 2023 fueron más del doble de la cifra del año anterior, de 118, dijo la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, conocida como OCHA, en un informe con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, tuiteó que honrar a los trabajadores humanitarios asesinados en el año más mortífero registrado no es suficiente.
“En Sudán y en muchos otros lugares, los trabajadores humanitarios son atacados, asesinados, heridos y secuestrados. Exigimos que se ponga fin a la impunidad para que los perpetradores sean llevados ante la justicia”, afirmó el jefe de la ONU.
OCHA dijo que este año “puede estar en camino de un resultado aún más letal”, con 172 trabajadores humanitarios muertos hasta el 7 de agosto, según un recuento provisional de la Base de Datos de Seguridad de los Trabajadores Humanitarios.
Más de 280 trabajadores humanitarios han muerto en la guerra en Gaza, que ya lleva undécimo mes, principalmente en ataques aéreos. La mayoría de ellos son palestinos que trabajaban para la agencia de la ONU que ayuda a los refugiados palestinos, conocida como UNRWA, según la OCHA. Agregó que “los niveles extremos de violencia en Sudán y Sudán del Sur” también han contribuido al número de muertos tanto este año como el pasado.
La jefa humanitaria interina de la ONU, Joyce Msuya, dijo en una declaración que “la normalización de la violencia contra los trabajadores humanitarios y la falta de rendición de cuentas son inaceptables, inconcebibles y enormemente perjudiciales para las operaciones de ayuda en todas partes”.
En una carta a los 193 países miembros de la ONU, 413 organizaciones humanitarias de todo el mundo dijeron: “Las brutales hostilidades que estamos viendo en múltiples conflictos alrededor del mundo han expuesto una terrible verdad: estamos viviendo en una era de impunidad”.
Las organizaciones de ayuda hicieron un llamamiento a todos los países, a la comunidad internacional en general y a todas las partes en conflicto para que protejan a los civiles y a los trabajadores humanitarios y exijan cuentas a los autores.
El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria conmemora el atentado terrorista del 19 de agosto de 2003 en las oficinas de las Naciones Unidas en el Hotel Canal de Bagdad, en el que murieron 22 funcionarios de la ONU, incluido el principal enviado de la ONU a Irak, Sergio Viera de Mello, un diplomático brasileño.
En una ceremonia celebrada el lunes en la sede de la ONU, frente a la destrozada bandera de la ONU recuperada del hotel ese día, docenas de actuales miembros del personal de la ONU y familiares de algunas de las víctimas permanecieron de pie en un silencioso homenaje a su memoria, al igual que muchos espectadores de todo el mundo.