Las autoridades indias cerraron este viernes fábricas y paralizaron obras de construcción, además de restringir la circulación de vehículos diésel y activar los aspersores y las pistolas antiniebla para controlar la neblina y el smog que envolvían la región de la capital, Nueva Delhi.
El gobierno de Delhi cerró las escuelas de primaria y limitó la actividad en exteriores de los estudiantes más mayores mientras el índice de calidad del aire estaba por encima de 470, un nivel considerado “grave” y más de 10 veces el umbral internacional de seguridad, según la Junta Central de Control de la Contaminación.
En Noida, abreviatura de Autoridad de Desarrollo Industrial de Nueva Okhla, una ciudad censal a las afueras de la capital, las escuelas ofrecían clases online en primaria para combatir la crisis de salud pública.
La niebla contaminante envolvía monumentos y edificios altos tanto en Nueva Delhi como en sus inmediaciones.
Las autoridades estudian el cierre total de escuelas, universidades e instituciones educativas, así como la suspensión de la actividad comercial no esencial y la restricción de la circulación de autos privados, en caso de que el nivel de contaminación no baje durante el fin de semana, explicó el gobierno en un comunicado el jueves en la noche.
Las autoridades aconsejaron que los niños, los ancianos y las personas con problemas respiratorios o cardiovasculares, entre otros, eviten la actividad al aire libre y se queden en casa tanto como sea posible.
El gobierno federal está considerando también permitir el teletrabajo en sus oficinas.
Es probable que la calidad del aire en Nueva Delhi se mantenga en la categoría de “grave” o “muy grave” hasta el sábado. El Ministerio de Medio Ambiente revisará la situación el lunes.
La mala calidad del aire en las zonas urbanas se relaciona con las emisiones de las industrias sin tecnología de control de contaminación y al carbón, que ayuda a generar la mayoría de la electricidad que se consume en el país.
El primer ministro, Narendra Modi, indicó que el país tiene previsto dejar de emitir gases con efecto invernadero a la atmósfera en 2070, dos décadas más tarde que Estados Unidos y casi 10 años después de China.
AP
