Intel ha confirmado que los procesadores de 13ª y 14ª generación afectados por problemas de voltaje elevado sufrirán daños permanentes. A pesar de un parche programado para agosto, cualquier degradación ya ocurrida en estos chips no puede ser revertida.
Intel ha anunciado recientemente que lanzará un parche en agosto para abordar la exposición a voltajes elevados en sus CPU de 13ª y 14ª generación. Sin embargo, la compañía ha dejado claro que cualquier daño ya sufrido por estos procesadores es irreversible. Esta noticia llega en un momento crítico para los usuarios que han experimentado inestabilidad con sus CPU, quienes ahora se enfrentan a la posibilidad de tener que reemplazarlos.
El problema de los CPU de Intel ha sido un tema candente en la comunidad tecnológica. El portavoz de Intel, Thomas Hannaford, ha confirmado que, aunque el próximo parche mitigará futuros problemas, no revertirá el daño ya hecho. Según Hannaford, «los procesadores defectuosos ya dañados deberán ser reemplazados en lugar de intentar ajustar la configuración del BIOS».
Además, Intel ha revelado que los voltajes elevados no son la única causa de la inestabilidad. Algunos de los problemas reportados también se deben a un defecto de fabricación relacionado con la oxidación, corregido en una fecha no especificada el año pasado. Esto plantea varias preguntas sobre las medidas que Intel tomará para solucionar estos problemas y apoyar a los clientes afectados.
En una serie de preguntas y respuestas con The Verge, Intel ha confirmado que no retirará los chips del mercado ni pausará las ventas, a diferencia de AMD con su Ryzen 9000. La compañía tampoco ha comentado sobre la posible extensión de la garantía ni ha proporcionado estimaciones sobre cuántos chips podrían estar afectados de manera irreversible.
La situación con los CPU de 13ª y 14ª generación de Intel es preocupante para los usuarios afectados. Aunque Intel lanzará un parche en agosto, cualquier daño ya hecho es permanente. Los usuarios que experimenten problemas deben ponerse en contacto con el soporte al cliente de Intel para buscar soluciones. A medida que Intel continúa investigando y validando soluciones, la comunidad tecnológica observa de cerca cómo la compañía maneja esta crisis y qué medidas adicionales tomará para proteger a sus clientes.