El ministro de Seguridad Interior de Israel, Itamar Ben-Gvir, solicitó la ocupación permanente de Gaza y ha instado a que se impida la entrada de toda ayuda humanitaria al territorio asediado. En un mensaje publicado en su cuenta de X, Ben-Gvir afirmó que es necesario «aplastar» al Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (Hamas) y que la transferencia de ayuda debe detenerse hasta que todos los cautivos de Hamas sean liberados.
Ben-Gvir, conocido por sus posturas extremistas, añadió que las autoridades israelíes deben «fomentar la inmigración y ocupar los territorios de la Franja de Gaza para mantenerlos en nuestras manos de forma permanente». Sus declaraciones han generado una ola de condenas y asombro en la comunidad internacional, especialmente por la gravedad de la situación humanitaria en Gaza.
Recientemente, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, también justificó el bloqueo de la ayuda humanitaria, afirmando que es «justificado y moral», incluso si esto resulta en que dos millones de civiles mueran de hambre en la región. Estas afirmaciones han sido ampliamente criticadas por organizaciones de derechos humanos y líderes internacionales.
La guerra de Israel contra Gaza ha dejado un saldo devastador, con más de 39,790 palestinos muertos, en su mayoría mujeres y niños, y cerca de 91,702 heridos. Desde el inicio de la ofensiva el 7 de octubre de 2023, tras el ataque de Hamas, la situación en Gaza se ha deteriorado drásticamente, lo que ha llevado a un llamado urgente por parte de la comunidad internacional para abordar la crisis humanitaria y buscar una solución pacífica.
