Este miércoles fue recibida la marcha de militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el Palacio de Miraflores, por el presidente Maduro, quien hizo un enérgico llamado al mundo para que no interfiera en los asuntos internos del país. “Con la moral Constitucional, Institucional y bolivariana le exigimos y le decimos al mundo: No meter sus narices en los asuntos internos de Venezuela y respetar la soberanía y la vida interna del país”, afirmó.
Durante su discurso, Maduro aseguró que la oposición se ha debilitado tras la reciente elección presidencial, afirmando que “están espichados, porque viven de la mentira” y que creen que el apoyo de Estados Unidos es suficiente para mantenerse en el poder. En un tono desafiante, se refirió a la marcha convocada por la oposición, diciendo: “La Sayona quedó espichaíta”, y acusó a sus líderes de formar parte de un “pacto satánico” con intereses extranjeros.
Además, comparó el liderazgo de María Corina Machado con el de Juan Guaidó, señalando que ambos han engañado a sus seguidores con falsas expectativas. “Volvieron a engañar a sus seguidores, una mentira sobre otra”, expresó Maduro, instando a la unidad para construir una Venezuela en paz.
En el mismo acto, el presidente juramentó a sus nuevos ministros, asegurando que estos cambios son necesarios para avanzar hacia la transición al Socialismo y a la Democracia Comunal. La intervención de Maduro refleja la postura del régimen ante la creciente presión de la oposición y la comunidad internacional.