Un tribunal de apelación de Nueva York ha confirmado la condena de Harvey Weinstein por violación y agresión sexual, rechazando los argumentos de que el juez de primera instancia amañó el resultado a favor de la acusación.
En un fallo unánime emitido el jueves, un panel de apelación de cinco jueces consideró que el juez no cometió errores que justificaran la anulación de la condena o la sentencia de 23 años.
«Rechazamos los argumentos del acusado y confirmamos la condena en todos sus aspectos», escribió la jueza Angela Mazzarelli, en nombre del tribunal.
Alvin Bragg, que juró su cargo como fiscal de Manhattan en enero, emitió un comunicado en el que agradecía a los supervivientes del caso «su notable valor y franqueza».
«Estamos gratificados por la decisión de hoy, que confirma una condena monumental que cambió la forma en que los fiscales y los tribunales abordan los complejos procesos de los depredadores sexuales», dijo Bragg.
Un portavoz de Weinstein, Juda Engelmayer, dijo que «estamos decepcionados, pero no sorprendidos».
«Estamos revisando todas nuestras opciones y trataremos de hacer una petición al Tribunal de Apelaciones y más allá», dijo Engelmayer. La Corte de Apelaciones es el más alto tribunal del estado de Nueva York.
Weinstein fue condenado en febrero de 2020. Actualmente está alojado en el centro penitenciario Twin Towers de Los Ángeles, donde espera el juicio por otros 11 cargos de delitos sexuales.
Sus abogados habían argumentado que el juez James Burke, el juez del juicio, había cometido varios errores que hicieron imposible que recibiera un juicio justo. Argumentaron que no se debería haber permitido a los fiscales llamar a tres testigos de «malos actos anteriores» para que declararan sobre conductas no imputadas.
Y argumentaron que a Weinstein se le impidió testificar en su propia defensa, porque los fiscales habían recibido permiso para sacar a relucir otros 28 incidentes -incluyendo el acoso y la violencia física- para impugnar su testimonio.
El tribunal de apelación rechazó ambos argumentos en su fallo de 45 páginas, y consideró que Burke había actuado dentro de su discreción al permitir ambos tipos de pruebas.
«Aunque reconocemos la magnitud del material de impugnación que el tribunal permitió, hemos analizado esa decisión dentro del contexto más amplio de todas las circunstancias que presenta este caso, y hemos concluido que el tribunal ejerció su discreción de forma providencial», escribió Mazzarelli.
En una audiencia de apelación celebrada en diciembre, dos jueces sugirieron que las sentencias de Burke carecían de «equilibrio», y la jueza Sallie Manzanet-Daniels indicó que creía que Weinstein se había enfrentado a un «ensañamiento».
Weinstein fue condenado por agredir sexualmente a Miriam Haley y por violar en tercer grado a Jessica Mann. La defensa de Weinstein argumentó que ambas acusadoras carecían de credibilidad porque mantuvieron relaciones amistosas con Weinstein después, enviándole mensajes de cariño y agradecimiento. En la apelación, los abogados de Weinstein pidieron que se anulara el veredicto porque el jurado no podía haberle declarado culpable más allá de toda duda razonable basándose en las pruebas disponibles.
«Esto no lo podemos concluir», escribió Mazzarelli. «El jurado podría haber optado por creer que el acusado actuó sin su consentimiento a pesar del comportamiento de las denunciantes antes y después de los hechos en cuestión».
El abogado de Weinstein también se mostró en desacuerdo con la decisión de Burke de no destituir al jurado 11, un escritor que tenía una novela de próxima aparición que trataba sobre hombres mayores depredadores. La defensa argumentó que la miembro del jurado mintió sobre el contenido del libro durante la selección del jurado, y se enfureció cuando se le permitió permanecer en el panel.
Weinstein, de 69 años, no podrá obtener la libertad condicional hasta después de cumplir los 87 años. Sus abogados han dicho que está enfermo y que necesita un tratamiento exhaustivo para no quedarse ciego. Durante su juicio en Nueva York, Weinstein utilizó un andador para llegar al tribunal. En Los Ángeles, los agentes judiciales le llevan a sus comparecencias en silla de ruedas.
