Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, se dirigió este martes 1Oct al Consejo de Europa, en lo que fue su primera declaración pública tras salir de la cárcel, en junio de 2024.
“Quiero ser totalmente claro: hoy no soy libre porque haya funcionado el sistema. Soy libre, tras años de encarcelamiento, porque me declaré culpable de haber hecho periodismo”, afirmó el australiano, que se consideró un “preso político” porque Estados Unidos utilizó la ley de espionaje para acusarle por sus filtraciones.
Assange ofreció su testimonio acerca del impacto de su detención y condena sobre los derechos humanos ante el comité de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, en Estrasburgo, Francia. La Asamblea incluye a parlamentarios de 46 países europeos.
«Me declaré culpable de buscar información de una fuente. Me declaré culpable de obtener información de una fuente. Y me declaré culpable de informar al público», añadió.
El australiano decidió hablar por primera vez en el Consejo de Europa porque en la Asamblea Parlamentaria se votará mañana una resolución cuyo borrador le considera un preso político y alerta de “efecto disuasorio” que su detención ha podido tener en la profesión periodística.
El texto reconoce “la legitimidad de las medidas que buscan garantizar una protección adecuada de los secretos que afectan a la seguridad nacional” y que las filtraciones de WikiLeas “podrían haber supuesto una amenaza” para algunas personas, pero pide a Estados Unidos que modifque la ley de Espionaje para no aplicarla contra editores, periodistas ni denunciantes.
Giro surrealista
La transición de años de confinamiento en una cárcel de máxima seguridad a dirigirse a parlamentarios europeos ha sido un «giro profundo e surrealista», manifestó Assange mientras detallaba su experiencia de años de aislamiento en una pequeña celda.
«Despoja a uno de su sentido de sí mismo, dejando solo la cruda esencia de la existencia», explicó, con la voz entrecortada mientras se disculpaba por sus «palabras vacilantes» y una «presentación sin pulir».
«Todavía no estoy totalmente preparado para hablar sobre lo que he sufrido: la incesante lucha para mantenerme vivo, tanto física como mentalmente», dijo Assange.
Activistas de la verdad
“Los periodistas tienen que ser activistas de la verdad”, sentenció Assange, al tiempo que explicó, que por su acuerdo con la justicia estadounidense, no puede denunciar al país sobre su solicitud de extradición, ni pedir información relacionada con el caso.
Afirmó que la CIA ha quedado «impune» ante los jueces de su país y la acusó de elaborar planes para secuestrarlo y asesinarlo dentro de la embajada ecuatoriana en Londres y e ir tras sus colegas europeos.
«Se asignó permanentemente a un agente de la CIA para que rastreara a mi esposa, y se dieron instrucciones para obtener ADN del pañal de mi hijo de 6 meses», puntualizó Assange.
Destacó que esta información fue confirmada por el testimonio de más de 30 funcionarios y ex funcionarios de los servicios de inteligencia de Estados Unidos que han hablado con la prensa estadounidense. También ha sido corroborado además por los documentos incautados en un proceso iniciado contra algunos de los agentes de la CIA implicados
Para recordar
El editor digital australiano fue acusado de recibir y publicar cientos de miles de informes de guerra y cables diplomáticos que incluían detalles de las irregularidades cometidas por el ejército estadounidense en Irak y Afganistán. Su actividad fue celebrada por los defensores de la libertad de prensa, que elogiaron su labor para sacar a la luz conductas militares que, de otra forma, podrían haber quedado ocultas.
Pero los críticos alegan que su conducta puso en peligro la seguridad nacional estadounidense así como vidas inocentes — las de quienes informaban a las tropas de Washington en Irak y Afganistán —, y se desviaba de las obligaciones del periodismo tradicional.
Ahora, Assange declara que su principal objetivo es su readaptación al mundo y “volver a ser un padre de un hijo que ha crecido sin mí. Volver a ser un marido».