Para el presidente de la Cámara Venezolana del Calzado, Tony Di Benedetto, la industria nacional está lista para cubrir la demanda de calzado escolar, «a pesar de los inconvenientes» que enfrenta el sector.
En ese sentido, explica que «como fabricantes, hacemos estimaciones de los volúmenes necesarios y, generalmente, logramos atender las exigencias del mercado».
No obstante, el gremialista advierte que las importaciones —muchas veces de bajo costo y calidad— han generado una brecha competitiva que afecta al producto nacional.
«Los zapatos hechos en Venezuela son de cuero y tienen mayor resistencia y durabilidad. Pero lamentablemente, por el bajo poder adquisitivo, muchos consumidores optan por precio antes que por calidad», explica.
Di Benedetto señala a Fedecámaras Radio que esta situación plantea un desafío adicional para los productores locales, quienes enfrentan altos costos de materias primas, carga fiscal y dificultades en el acceso a financiamiento, lo que limita su capacidad de competir con productos importados en igualdad de condiciones. GC