Creo que al día de hoy, mi mamá no sabe que cuando era pequeña, me gustaban más los peinados que me hacía mi papá…, y ¡también sus comidas! Mamá cocina delicioso y tiene mucho talento con el peine, pero algo tenían –y tienen- las manos de mi papá, que las hace únicas.
En la escuela me costaba comprender cuando oía a algunos de mis amigos lamentar que sus papás eran fríos con ellos, que no los ayudaban con sus tareas, y hasta incluso, que sentían que no los querían.
No lo entendía porque mi imagen de un padre era la del hombre dedicado y amoroso que nos hacía colitas a mi hermana y a mí, porque él que no tenía problemas con eso de las “cosas que sólo hacen las mamás”, como tanto lo escuché y sigo escuchando en tantas partes.
Ahora puedo comprender que en hay hogares donde los padres son una autoridad que se impone, proveedores materiales pero ausentes emocionales. Ahora puedo comprender lo afortunada que soy, porque el padre que me tocó me enseñó que cuando hay confianza y disciplina, no hay complejos para colocarle a una hija, sus colitas en el cabello.
Te amo papá, gracias por darme vida y quedarte conmigo para ver cada uno de mis pasos y logros. Eres el mejor.
Esta es sólo una de las #HistoriasReales que publicamos hoy con motivo de este Día del Padre. ¿Ya leíste las demás? ¡Te conmoverán!
Historia: @douleydisr / FOTO: Serie padres en la calle, de @AngelZamb11