“El gobierno nacional se muestra reacio, o en todo caso muy evasivo, a conceder los incrementos salariales que se merecen los docentes del país, por lo cual, en este momento, el juego está prácticamente trancado en cuanto a las conversaciones que se desarrollan en Caracas con las 17 federaciones nacionales de educadores”.
Quien de esa manera se expresó para EL INFORMADOR VENEZUELA, en conversación telefónica desde la capital de la república, fue el profesor Salime Hernández, presidente de la Federación de Trabajadores Sindicalizados de la Educación de Venezuela (Fetrasined-Venezuela). Apuntó el informante que, hasta este momento, en las conversaciones que se han adelantado, desde enero de este año, apenas se han aprobado 19
cláusulas, de ellas únicamente dos con incidencias económicas, “pero que no son las más importantes”.
–Para nosotros –añadió–, las cláusulas más importantes son las que tienen qué ver con el salario, y, por supuesto, con las incidencias salariales, pero, además, con las condiciones de funcionamiento de las instalaciones escolares, por el bien tanto de los docentes como de los estudiantes. –Pero resulta que, hasta los momentos, por un lado, el ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, se ha empeñado en que “no hay recursos” para satisfacer las demandas de los educadores.
–Y, por el otro, la ministra del Poder Popular para la Educación, Yelitze Santaella, si bien ha sido más receptiva, lo que ha dicho es que va a tratar de conseguir los recursos en instancias superiores, sin aclarar cuáles son esas “instancias superiores”, pero que suponemos son la vicepresidenta, Delsy Rodríguez, o el propio presidente, Nicolás Maduro. Nada, en casi un año
–Total, que el gobierno, a casi un año de haber comenzado estas discusiones –recalcó luego–, todavía no ha hecho ninguna propuesta salarial. –Por cierto, ese ministro del Trabajo, quien se supone ocupa un despacho que debe velar por los intereses de los trabajadores, si tuviera vergüenza, debiera renunciar a su cargo, porque eso es lo menos que ha hecho durante su triste gestión.
Ante una pregunta, dijo que “no entendemos cómo es que para los educadores no hay recursos, pero sí los hay para auxiliar, y en altísima cantidad en dólares, a otros países que han sufrido contingencias de gran magnitud, y que la gente sabe bien cuáles países son”.
–En cuanto a nosotros, vamos a seguir en la lucha por rescatar la vigencia de nuestra contratación colectiva, y aspiramos a que se firme en este mismo año, incluso si es posible antes de que termine este mes de octubre. A título informativo, recordó Hernández que esta tercera contratación colectiva nacional abarcará también a empleados administrativos y obreros, que deben ser tal vez entre 150.000 y 200.000; a los docentes activos, que están en alrededor de 420.000, y a los docentes jubilados, que son unos 200.000.
Apuntó finalmente que también abarcará a los educadores jubilados y pensionados, que podrían ser poco más de 100.000.
Reinaldo Gómez
Gráfica: Archivo
