Un farmacéutico de Massachusetts se declaró culpable el jueves de homicidio involuntario en la muerte de 11 personas en Michigan, todas víctimas de esteroides contaminados que causaron un brote nacional de meningitis en 2012.
Glenn Chin, de 56 años, recibirá una sentencia de siete años y medio de prisión en octubre. Se beneficiará al recibir crédito por su sentencia actual, más larga, por delitos federales separados.
“El señor Chin no debería afrontar ningún otro encarcelamiento después de su actual sentencia federal, y se ha evitado un juicio innecesariamente oneroso y prolongado para el tribunal y el pueblo del estado de Michigan”, dijo el abogado defensor Bill Livingston.
Michigan ha sido el único estado que ha procesado a Chin y a su jefe, Barry Cadden, por muertes relacionadas con el escándalo. Cadden también se declaró culpable de homicidio involuntario a principios de este año. Los cargos de asesinato en segundo grado contra ambos hombres fueron retirados.
New England Compounding Center, en Framingham, Massachusetts, enviaba esteroides para aliviar el dolor a clínicas de todo el país. Los investigadores dijeron que el laboratorio estaba plagado de moho, insectos y grietas. Chin supervisaba la producción.
Más de 700 personas en 20 estados enfermaron de meningitis fúngica u otras enfermedades debilitantes, y docenas murieron, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
Se confirma que los restos encontrados en una propiedad de Michigan pertenecen a una mujer desaparecida desde 2021
Chin actualmente está cumpliendo una sentencia federal de 10 años y medio por crimen organizado, fraude y otros delitos relacionados con el brote, luego de un juicio en 2017 en Boston.
Cadden, de 57 años, se declaró culpable de homicidio involuntario en Michigan a principios de este año y fue sentenciado a 10 años de prisión .
La sentencia estatal de Cadden se cumple al mismo tiempo que su sentencia federal de 14 años y medio, y se le está acreditando el tiempo que ha estado bajo custodia desde 2018.
Los fiscales estatales han dicho que la mayoría de las familias que perdieron a sus seres queridos apoyaron los acuerdos de culpabilidad, pero Michael Kruzich, de Grand Rapids, Michigan, dijo que no estaba de acuerdo.
Dijo que quería ver a Chin y Cadden enfrentar juicios y recibir sentencias que los habrían mantenido bajo custodia por mucho más tiempo.
«Es una especie de gemido al final de esto», dijo Kruzich, cuya madre de 78 años, Donna Kruzich, murió en octubre de 2012, poco después de una inyección de rutina para el dolor de espalda.
Dijo que la oficina del fiscal general le dijo que los acuerdos eran una situación en la que todos ganaban porque había pasado mucho tiempo y los testigos clave del caso federal ya no estaban presentes.
AC
