Una profesional de la odontología se acercó a los periodistas de EL INFOMADOR VENEZUELA en plena vía pública, para formular una denuncia en torno “a una situación que está afectando a mucha gente aquí en Barquisimeto”.
Se trata de la doctora Belkys Aranguren, quien –dijo ella misma— ejerce su profesión en la capital larense.
–Lo que quiero denunciar es sencillamente que los ascensores del Edificio Nacional –o Palacio de Justicia, como ahora lo llaman— se encuentran dañados, según tengo entendido, desde el año 2012.
–Y, como ciudadana que aquí resido, y que pago mis impuestos, y que aquí laboro, considero que tengo pleno derecho a reclamar eficientes servicios públicos.
–Sin tratar de personalizar el asunto –expresó–, debo señalar que, en mi caso, yo sufro de una afección de cardiopatía, por lo cual, cada vez que acudo al Edificio Nacional, debo subir varios pisos, todo por las escaleras, debido a eso, es decir, a que los ascensores no funcionan.
–Y quién sabe cuántas otras personas que tengan algún padecimiento de salud es posible que igualmente se hallen en la misma situación, con el eisgo que ello trae aparejado.
–Pero es que, incluso, también las personas sanas tienen derecho a disponer de ascensores de edificios públicos en buen estado de funcionamiento.
–Lo que tengo entendido –prosiguió— es que solamente funciona uno de los cuatro ascensores, pero el que funciona, al parecer, es utilizado exclusivamente para subir y bajar a los presos, y a los que deban acudir a algún despacho judicial.
—Por eso estoy aprovechando –dijo– la presencia de ustedes, los periodistas de EL IFORMADOR VENEZUELA, para formular esta denuncia pública, a ver si el organismo al que le competa se digne ordenar la reparación debida de tales ascensores.
Reinaldo Gómez