Aislado del ruido ensordecedor, las luces y la pirotecnia que rodean los partidos del Mundial, hay un espacio seguro para los aficionados que podrían sentirse abrumados por el ambiente de un estadio de fútbol en ocasiones como esta.
Las “habitaciones sensoriales” en tres estadios de Catar aportan un refugio sereno para los niños y jóvenes con autismo, problemas de aprendizaje u otras condiciones que requieren regular su exposición a imágenes y ruidos.
Ubicadas en los palcos elevados de los estadios Al Bayt, Ciudad de la Educación y Lusail, las habitaciones cuentan con muebles blandos, orejeras para cancelar el ruido, así como herramientas y juguetes para que los niños lidien mejor con el ambiente, alivien la ansiedad y disfruten de la experiencia única de un partido de la Copa del Mundo.
“Tener un espacio como éste es como un respiro y un abrazo cálido”, recalcó Raana Smith, cofundadora de Sensory Souk, una empresa con sede en Doha, cuyo personal opera estas habitaciones sensoriales.
“Todos deberían tener el derecho y la oportunidad de experimentar el fútbol”, consideró. “Si alguien tiene limitaciones en el habla o la movilidad, ello no debería ser jamás un obstáculo para experimentar algo tan maravilloso y satisfactorio para las multitudes”.
Los cuartos con iluminación tenue incluyen cojines, luces coloridas, cilindros transparentes en cuyo interior se generan burbujas, así como superficies distintas en los muros, con la intención de ayudar a que la gente se tranquilice y se concentre.
Se proporciona también a los aficionados bolsas sensoriales que incluyen las orejeras, frazadas acojinadas para colocarlas sobre el regazo y juguetes sensoriales.
Foto: AP