La unidad educativa de Río Amarillo, población del estado Falcón perteneciente al municipio Buchivacoa fue bautizada con el nombre de Faustino Olivera en homenaje póstumo a uno de sus vecinos, quien murió el 2 de junio de 2021, a la edad de 91 años.
Faustino Olivera no fue un prócer de la independencia, ni un encumbrado dirigente político, ni un ilustre intelectual o científico, ni tan siquiera un humilde maestro; pero en vida hizo méritos más que suficientes para merecer tal honor.
[10:35 p. m., 19/11/2022] +58 414-5705565: “Esa fue decisión de la comunidad porque fue una persona que luchó por el bienestar de su gente y logró que en 1978 improvisaran una escuela en ese caserío prestando su casa para tales fines; e incluso donó un terreno para la construcción del plantel ahora inaugurado”, cuenta orgullosa su hija, Elisabeth, licenciada en educación inicial y vecina de la urbanización Brisas de Carorita de esta ciudad crepuscular.Según su evocación, don Faustino era un hombre que modesta y honradamente se dedicaba a las faenas del campo en su finca Nuevo Hogar, ocupado con la cría de ganado y producción de maíz y aunque sabía leer y escribir, solo alcanzó el tercer grado de instrucción.
Casado con María Crisanta Caldera y padre de tres hembras y un varón, a falta de una escuela en la comunidad, estos comenzaron a estudiar la primaria ya pasaditos de edad, en una vivienda que él facilitó como sede del plantel para que sus hijos, juntos con los del vecindario, pudieran estudiar allí y no tener que trasladarse así diariamente al centro de enseñanzas más cercano, el cual distaba a unos 15 kilómetros de Rio Amarillo, lo que significaba un recorrido diario de 30 kilómetros.
[10:37 p. m., 19/11/2022] +58 414-5705565: “Recuerdo que en esa casa se habilitaron tres habitaciones como aulas de clases que funcionaban como núcleo rural las cuales inicialmente tuvieron como maestras a Rita Reyes,Yolanda Batista y Noris García; mujeres luchadoras que aún viven y que lidiaron mucho con las limitaciones del día a día, al punto que debieron optar por quedarse con nosotros de lunes a viernes porque ellas vivían muy lejos”, continúa en su relato nuestra entrevistada.
Hoy por hoy dos de esos cuatro hijos son docentes y el caserío Rio Amarillo cuenta ahora con una flamante escuela construida por la Gobernación del estado Falcón, bautizada oficialmente con el nombre de Faustino Olivera el pasado 17 de este mes y que desde ya alberga a casi un centenar de niños distribuidos en seis salones, además de contar con un área de preescolar y comedor.
Pausides Rodríguez-colaborador
Fotos; Cortesía PR)