Enrique Torres es un barquisimetano residenciado en la parroquia Tamaca, al norte de la capital del estado Lara, él, es el vivo reflejo de que una mente sana y un propósito de vida te ayuda afrontar con mayor determinación una situación adversa, como es el cáncer linfático, mismo que fue detectado en marzo del 2025, pero que ha sabido reponerse de la mano del tenis, en el que funge como instructor profesional.
Su otra profesión es la orientación, carrera que estudió en el Colegio Universitario Fermín Toro, la cual, a juicio de Torres ha sabido vincular con la escuela Yucatán Tennis Club, que fundó hace cinco años en medio de la pandemia por la COVID-19, pero que hoy día cuenta con 48 niños y una cancha totalmente adecuada a los estándares de la Asociación de Tenis del estado Lara (ATEL).
Enrique, de 34 años, confiesa a El Informador Venezuela que al principio comenzaron con tres niños, una raqueta y una pelota, en una cancha, que a su juicio estaba en el abandono en el complejo residencial Hacienda Yucatán.
«Esa oportunidad llegó en medio de una situación de desempleo», relata, pero los mismos representantes al conocer su trayectoria en la escuela de fútbol decidieron darle la confianza en este nuevo capítulo de su vida, que perfeccionó con videos en YouTube y luego talleres.
De acuerdo a su fundador, hoy, la escuela Yucatán Tennis Club, es referencia para el estado Lara, al punto de que ya tienen jovencitas campeonas como por ejemplo Marcela Navarro, quien además se forma como instructora junto a Génesis, bajo la mirada de Torres.
Del diagnóstico a la realidad
De acuerdo al testimonio de Enrique, quien también es padre de familia, el diagnóstico vino después de que la cancha fue transformada, añadió que los síntomas comenzaron con vómitos, y pérdida de peso.
Explicó que la situación se presentó en medio de la transformación de la cancha, donde la ATEL junto al Instituto Municipal del Deporte de Iribarren (Imderi), lograron colocar el piso adecuado para la práctica.
Tras ese paso, vino el diagnóstico de Enrique, que como dice él: «yo veo el cáncer como una oportunidad (…), porque desde que supimos, dijimos (familia), que esto no nos iba a derrumbar».
Torres cuenta que este proceso, lo han llevado junto a sus atletas, quienes de manera empatica se han sumado con rifas y vendimia para su tratamiento, el cual, ahora, va la radioterapia.
Papás agradecidos
Acehxia Rivero, madre de una de las atletas, dijo tener a su hija desde hace tres años en la escuela de Tenis, y explicó que a través del interés de ella misma, ha visto las oportunidades que ofrece este deportes.
Mientras que Gilberto Becerra, cuenta que este deporte le ha dado disciplina a su hija, quien ya tiene cuatro años bajo las orientaciones del profesor Enrique.
«Nos ha tocado aprender de Tenis», confiesa entre risas, alegando que en «Venezuela los deportes tradicionales son el béisbol y el fútbol».

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Enrique en estos momentos necesita apoyo para continuar con su tratamiento de radioterapias en su lucha contra el cáncer.
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Enrique Jesús Torres Abreu
Reporte: Anderson Piña Pereira
Fotos: Julio Colmenarez
