El primer ministro británico, Boris Johnson, sobrevivió el lunes a una moción de censura, asegurando apoyo suficiente de su partido para permanecer en el cargo a pesar de una rebelión que lo deja debilitado y con un futuro incierto.
Conocido por su capacidad para sobreponerse a los escándalos, el carismático gobernante ha tenido problemas para darle vuelta a la página sobre las revelaciones de que él y miembros de su personal organizaron frecuentes fiestas con bebidas alcohólicas que violaron las restricciones de COVID-19 que impusieron a los demás.
El respaldo de sus colegas del Partido Conservador se ha debilitado, ya que algunos ven al primer ministro —quien es reconocido por su capacidad para conectar con los votantes— cada vez con mayor frecuencia como una carga y no como un activo electoral.
Johnson obtuvo el apoyo de 211 de los 359 legisladores conservadores, más de la mayoría simple necesaria para mantenerse en el poder, pero de igual forma implica una rebelión significativa de 148 disidentes. Sin un claro favorito para ocupar su lugar, la mayoría de los analistas políticos habían pronosticado que se impondría a la moción.
Pero la rebelión es un parteaguas en su gobierno, y una señal de las profundas divisiones entre los conservadores, menos de tres años después de que Johnson llevó al partido a su mayor triunfo electoral en décadas.
El margen de victoria de Johnson fue menor al que obtuvo su predecesora Theresa May en una votación similar en diciembre de 2018. Se vio obligada a renunciar seis meses después.
Desde que asumió el poder en 2019, Johnson ha encabezado la salida británica de la Unión Europea y ha comandado al país durante la pandemia, dos eventos que han estremecido social y económicamente al Reino Unido. La moción se produjo en momentos en que el gobierno de Johnson enfrenta una intensa presión para controlar el alza en los precios de alimentos y energía.
Graham Brady, funcionario del Partido Conservador, anunció el lunes que había recibido cartas en las que al menos 54 legisladores pedían la moción de censura, cifra suficiente para activar la medida según las reglas del partido. Horas más tarde, los legisladores conservadores se formaron en un corredor del Parlamento para emitir su voto en una sala con paneles de madera, entregando sus teléfonos antes de ingresar para garantizar la confidencialidad del proceso.
La oficina de Johnson en Downing Street dijo que el primer ministro veía la votación como “una oportunidad para ponerle fin a meses de especulación y permitirle al gobierno seguir adelante”. AP