El papa Francisco anunció este domingo el nombramiento de 21 nuevos cardenales, fortaleciendo así su legado y la representación de Sudamérica en el Colegio Cardenalicio. De los nuevos purpurados, cinco provienen de países sudamericanos: Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Brasil.
Los cardenales son figuras clave en la Curia, encargados de elegir al sucesor de un papa en caso de fallecimiento o renuncia, aunque solo tienen derecho a voto si son menores de 80 años. Actualmente, el Colegio Cardenalicio cuenta con 235 cardenales, de los cuales solo 122 podrían participar en un cónclave si se convocara de manera repentina.
Durante su tradicional aparición dominical en la ventana del Palacio Apostólico, el papa Francisco sorprendió al anunciar la convocatoria de un consistorio para el próximo 8 de diciembre, donde se designarán a los nuevos cardenales. De los 21 nombrados, 20 serán electores en un eventual cónclave, mientras que el nuncio italiano Angelo Acerbi, de casi 100 años, será la excepción.
Entre los nuevos cardenales se encuentran el arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio; el arzobispo de Santiago de Chile, Fernando Natalio Chomali Garib; el arzobispo de Santiago del Estero, Vicente Bokalic Iglic; el arzobispo de Guayaquil, Guerardo Luis Cabrera; y el arzobispo de Porto Alegre, Jaime Spengler. Con estos nombramientos, el número de cardenales sudamericanos electores en el Vaticano aumentará a 14.
El papa Francisco ha manifestado su deseo de una Iglesia descentralizada que refleje la universalidad del catolicismo, lo que se evidencia en la inclusión de cardenales de diversas regiones del mundo, como Tokio, Costa de Marfil, Argelia, Indonesia y Teherán. Algunos de los nuevos purpurados son notablemente jóvenes, como el ucraniano Mykola Bychok, de solo 44 años.
Con este décimo consistorio, Francisco continúa moldeando la Curia Romana y asegurando su legado, al tiempo que refuerza la representación de Sudamérica en el liderazgo de la Iglesia.