El papa Francisco se dirigió este domingo al presidente de Rusia, Vladimir Putin, al que pidió que detuviera la “espiral de violencia y muerte” y condenó lo que describió como el “absurdo” riesgo de una guerra nuclear.
Francisco hizo su petición más firme hasta ahora en los siete meses de guerra, en palabras ante el público en la Plaza de San Pedro.
Es la primera vez que el papa menciona el papel de Putin en la guerra. El pontífice también pidió al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, que esté “abierto” a propuestas serias de paz, e instó a la comunidad internacional a “utilizar todos los instrumentos diplomáticos” para poner fin a esta “enorme tragedia” y al “horror” de la guerra.
“Esta herida terrible e inconcebible de la humanidad, en vez de cicatrizarse, sigue sangrando cada vez más, con el riesgo de agrandarse”, dijo Francisco
“¿Qué decir del hecho de que la humanidad se enfrenta una vez más a la amenaza atómica? Es absurdo”, dijo el pontífice. “¿Qué más tiene que pasar? ¿Cuánta sangre debe correr aún para que entendamos que la guerra nunca es una solución, sino solo destrucción?”, preguntó Francisco.
“Deploro vivamente la grave situación que se ha creado en los últimos días, con nuevas acciones contrarias a los principios del derecho internacional. De hecho, aumenta el riesgo de una escalada nuclear, hasta el punto que, hacen temer consecuencias incontrolables y catastróficas a nivel mundial”, agregó.
El papa imploró “al presidente de la Federación Rusa, rogándole que detenga, también por amor a su pueblo, esta espiral de violencia y muerte”.
Después instó a Zelenskyy a estar “abierto a propuestas de paz serias” y pidió “a todos los protagonistas de la vida internacional y a los líderes políticos de las naciones (…) que hagan todo lo que esté a su alcance para poner fin a la guerra en curso, sin dejarse arrastrar en escaladas peligrosas”.
El papa describió hizo una llamada a emplear “todas las herramientas diplomáticas (…) para poner fin a esta terrible tragedia”, que describió como “un horror” y “una locura” durante su discurso.
También expresó su pesar porque “el mundo esté aprendiendo la geografía de Ucrania” a través de ciudades y pueblos ahora asociados a la muerte de civiles, como Bucha y Mariúpol.
Durante toda la guerra, Francisco ha condenado la violencia y llamado al diálogo. Pero recientemente recalcó el derecho de Ucrania a defenderse de la agresión.