El grupo de ransomware ‘Prolific’ LockBit, conocido por su actividad delictiva en el ciberespacio, ha sufrido un duro golpe tras una operación coordinada a nivel mundial. LockBit, que previamente había acumulado más de $120 millones en rescates, ahora enfrenta la posibilidad de que sus víctimas recuperen sus datos.
Las autoridades lograron incautar activos de LockBit, incluidas las claves de cifrado, lo que permitiría acceder a los datos previamente bloqueados. Esta acción, anunciada por el Departamento de Justicia de EE. UU., representa un hito en la lucha contra el cibercrimen a nivel global.
El Departamento de Justicia de EE. UU., junto con el Buró Federal de Investigaciones y la División Cibernética de la Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido, han tomado medidas decisivas para contener el impacto de LockBit. Además, se han implementado estrategias de descifrado que podrían beneficiar a cientos de víctimas en todo el mundo, facilitando el acceso a sus sistemas previamente comprometidos.
La acción legal también ha resultado en una acusación contra dos ciudadanos rusos presuntamente involucrados en los ataques de ransomware perpetrados por LockBit contra empresas estadounidenses.
En palabras del Fiscal de EE. UU. Philip Sellinger para el Distrito de Nueva Jersey, «esta acusación, parte de una acción coordinada a nivel mundial contra el grupo de ransomware más activo del mundo, eleva a cinco el número total de miembros de LockBit acusados por sus crímenes».
LockBit ha sido vinculado a una serie de ataques dirigidos, desde instituciones británicas como el Royal Mail hasta comunidades locales en Canadá, donde ha bloqueado el acceso a los sistemas con el objetivo de extorsionar rescates.