Los educadores están listos para regresar a clases en octubre y en cambio los representantes de los alumnos se encuentran contra la pared por la compra de los útiles escolares, que por el alto costo de los materiales no tienen como adquirirlos.
Los docentes con marchas y protestas enfrentaron a la ministra de Educación Yelitze Santaella, porque no pagó el bono vacacional equivalente a 60 días de sueldo, también 60 del recreacional y 28 del compensatorio, correspondientes a la tabla actual y no a la de diciembre de 2021 como pretendían cancelar, un 75 % por debajo de sus aspiraciones.
A los educadores y demás trabajadores públicos sí les pagaron pero basados en el sueldo de 2021, que de plano rechazaron y decidieron combatir con manifestaciones en las calles. Sus peticiones fueron oídas porque resolvieron mediar el ministro del Trabajo Francisco Torrealba y la ministra de Educación Universitaria Tibisay Lucena, expresidenta del Consejo Nacional Electoral.
Los profesionales de la enseñanza no estuvieron de acuerdo con el pago del pasado 22 de julio y por eso reclamaron lo que para ellos consideraban una injusticia. La respuesta la recibieron el 16 de agosto con cancelación del 650 %, por lo que ahora están preparados para el retorno a clases entre el 5 o el 12 de octubre, de acuerdo con lo anunciado por el presidente Nicolás Maduro, pero ahora la ministra Santaella confirmó el 3 de octubre como fecha oficial para el inicio de clases.
¿Alguien tuvo la culpa?. Lo cierto es que el director de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), Marco Polo Cosenza, fue destituido porque las cuentas no le cuadraron y en su lugar fue designada Jennifer Quintero de Barrios, quien era la Tesorera Nacional del Ministerio de Economía, Finanzas y Comercio Exterior desde el 24 de noviembre de 2020. Los educadores en principio recibieron pagos de Bs 300 a Bs 600, ahora entre Bs 2.300 y Bs 4.700, una diferencia abismal.
LOS ÚTILES
Los padres y madres de los estudiantes no hayan qué hacer, porque costos de los útiles escolares están por las nubes, que no sólo incluyen cuadernos, libros, lápices, crayones para pintar, sino también zapatos, camisas, pantalones, faldas, franelas.
Ellos buscan opciones en expoferias y mercados populares porque en realidad no tienen como comprarlos. Las personas han comenzado a averiguar, a ver sí logran dar con un lugar que les permita solventar una situación de urgencia cuando las clases inician dentro de tres o cuatro semanas.
En el caso de personas que viven en el estado Lara, hay muchas que tienen familias en Caracas y pueden ayudarlas. Otras en el exterior, Latinoamérica, Europa, Estados Unidos, quienes disponen de facilidades y consiguen contribuir a fin de hacer menos complicadas las cargas.
Muchísimos otros no cuentan con esas posibilidades y están obligados a realizar grandes esfuerzos, para tratar de resolver sobre la marcha y tratar de salir delante. Es, en todo caso, lo que miles de mujeres y hombres cabezas de hogares viven en carne propia un momento insostenible, y que intentan de solucionar en la medida que cualquiera puerta se abra y haga ver esa luz que los ilumine felizmente.
Genuina/Ministerios de Educación, Universitaria, Trabajo
Cuadernos, libros y lápices por las nubes