El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, tomó una decisión contundente al incluir a la organización islamista Hermanos Musulmanes en su lista de grupos «terroristas». Esta medida se formaliza a través del Decreto 239, que justifica la acción al considerar a la entidad como «una amenaza para la población civil, el orden constituido, la soberanía e integridad del Estado». La disposición legal también ordena a la Inteligencia ecuatoriana analizar la «incidencia» de esta organización entre los grupos armados ya identificados en el país. Esta movida subraya el compromiso de la administración Noboa con la seguridad nacional y la estabilidad interna, basándose en un informe previo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
La justificación de Ecuador se alinea con preocupaciones internacionales recientes, destacando que el decreto se fundamenta en un informe del CNI del 12 de noviembre que ya catalogaba a Hermanos Musulmanes como una «organización terrorista con injerencia» en el país latinoamericano. De manera paralela, el presidente Noboa, quien ha condenado la actividad del grupo, inició una gira internacional que incluye una visita a Emiratos Árabes Unidos. Es relevante mencionar que esta acción sigue la línea de su aliado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien firmó una orden ejecutiva el 24 de noviembre para abrir el proceso de designación terrorista contra «ciertas secciones» de Hermanos Musulmanes, mencionando expresamente a sus filiales en Líbano, Jordania y Egipto.
Esta designación por parte de Ecuador es un paso significativo en la política exterior y de seguridad del país, marcando una postura clara contra el terrorismo internacional y su posible influencia regional. La decisión se enmarca en un contexto geopolítico complejo, donde la preocupación por grupos vinculados a Hamás y Hezbolá ha crecido. Al catalogar a Hermanos Musulmanes de esta manera, el gobierno ecuatoriano busca fortalecer sus mecanismos de seguridad e inteligencia para proteger su soberanía y a su población civil de cualquier actividad que pueda considerarse desestabilizadora o violenta, reflejando una coordinación indirecta con sus aliados internacionales.