Podría haber vida extraterrestre a las puertas de nuestro planeta. Los astrónomos han descubierto dos planetas similares a la Tierra en la zona habitable de su sistema solar. Además, estos mundos se encuentran a sólo 16 años luz de la Tierra.
La zona habitable de un sistema solar es la pequeña área alrededor de una estrella en la que se puede formar agua líquida. Los científicos afirman que esta «zona Ricitos de Oro» es fundamental para que exista alguna posibilidad de que se forme la vida tal y como la entendemos. En nuestro sistema solar, la Tierra y Marte se encuentran en la zona habitable.
«La naturaleza parece empeñada en demostrarnos que los planetas similares a la Tierra son muy comunes. Con estos dos ya son 7 los que conocemos en sistemas planetarios bastante cercanos al Sol», explica Alejandro Suárez Mascareño, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en una nota de prensa.
Los dos planetas orbitan alrededor de una pequeña enana roja llamada GJ 1002. Esta estrella tiene sólo una octava parte de la masa del Sol, lo que la convierte en una estrella muy fría y débil. Esto también hace que la zona habitable esté mucho más cerca de GJ 1002 que la zona habitable de nuestro sistema solar.
Aunque ambos planetas potencialmente habitables tienen aproximadamente la misma masa que la Tierra, GJ 1002b, el más interior de los dos mundos, tarda sólo 10 días en completar una órbita alrededor de la estrella. GJ 1002c, el mundo más alejado de la estrella, tarda poco más de 21 días en orbitar alrededor del Sol. La Tierra tarda 365 días en orbitar alrededor del Sol, es decir, un año natural.
Los científicos están ansiosos por estudiar estos mundos cercanos
Dado que este sistema solar se encuentra a menos de 16 años luz de nuestro planeta, los astrónomos creen que podrán aprender mucho sobre las atmósferas de GJ 1002b y GJ 1002c, lo que posiblemente revele si pueden albergar vida humana. Para ello, el equipo afirma que observará su luz reflejada y sus emisiones térmicas.
«El futuro espectrógrafo ANDES para el telescopio ELT de ESO en el que participa el IAC, podría estudiar la presencia de oxígeno en la atmósfera de GJ 1002c» apunta Jonay I. González Hernández, investigador del IAC y coautor del estudio.
Los autores del estudio realizaron el descubrimiento gracias a la colaboración entre dos instrumentos de alta tecnología, ESPRESSO y CARMENES. Según el equipo, CARMENES observó GJ 1002 entre 2017 y 2019, y ESPRESSO tomó el relevo entre 2019 y 2021.
«Debido a su baja temperatura, la luz visible de GJ 1002 es demasiado débil para medir sus variaciones de velocidad con la mayoría de los espectrógrafos», explica Ignasi Ribas, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y director del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC).
CARMENES tiene una sensibilidad en un amplio rango de longitudes de onda del infrarrojo cercano superior a la de otros espectrógrafos que rastrean variaciones en estrellas lejanas. Combinado con ESPRESSO, los investigadores realizaron mediciones con una precisión de solo 30 cm/seg, inalcanzable con ningún otro instrumento del mundo.
«Cualquiera de los dos grupos habría tenido muchas dificultades si hubiera abordado este trabajo de forma independiente. Juntos hemos sido capaces de llegar mucho más lejos de lo que lo habríamos hecho actuando por separado», afirma Suárez Mascareño.
Los resultados se publican en la revista Astronomy & Astrophysics.
ENLACE ORIGINAL: https://studyfinds.org/alien-life-earth-like-planets/
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