Croacia está otra vez en las últimas instancias de una Copa Mundial, y nuevamente exprimiéndose al máximo.
El arquero Dominik Livakovic atajó tres penales para que Croacia derrotase el lunes 5 de diciembre 3-1 a Japón en una tanda desde los 12 pasos, con lo que los subcampeones del torneo de 2018 alcanzaron los cuartos de final.
En su marcha a la final hace cuatro años, Croacia disputó prórrogas en cada ronda de la fase de eliminación directa y en dos ocasiones salió airosa en una ronda de penales.
Esta vez, Mario Pasalic convirtió el penal decisivo para Croacia tras un empate 1-1 al cabo de los 90 minutos reglamentarios y los 30 de prórroga.
Livakovic contuvo los disparos de Takumi Minamino, Kaoru Mitomo y Maya Yoshida. El arquero del Dínamo de Zagreb acaparó las palmas del plantel croata tras la tanda de penales.
Japón intentaba clasificarse a los cuartos de final por primera vez, pero se quedó corta otra vez, al igual como en 2002, 2010 y 2018. El equipo asiático perdió ante Paraguay por penales en la ronda de octavos en 2010.
Croacia, semifinalista en 1998, se las verá contra el ganador del duelo entre Brasil o Corea del Sur que se disputaba más tarde.
A sus 37 años, el capitán croata Luka Modric — uno de los mejores volantes de su generación — tiene garantizado un partido más en un Mundial.
Desde 1998, todos los partidos de Croacia en la ronda de eliminación directa en mundiales o la Eurocopa se definieron en prórrogas, salvo la final del Mundial de 2018 que perdieron ante Francia.
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