Decenas de músicos venezolanos han experimentado de primera mano el significado de resiliencia. Migrar y comenzar de nuevo en otro país, no es fácil, pero con constancia y dedicación, crecer personal y profesionalmente es posible.
Así es el caso de los exitosos músicos integrantes de una de las orquestas sinfónicas de inmigrantes más grandes del mundo, la Orquesta Cruz-Diez, en Madrid, España.
“Llegué aquí a España porque gané el tercer lugar de un concurso internacional como director de orquesta (…) pero si para un músico es complicado entrar a una orquesta, para un director ni te imaginas. Nadie te presta una orquesta, es muy complicado. Comencé a ser un inmigrante”, relata para EsGoi, Manuel Jurado, director de la Orquesta Cruz-Diez.
Recordó que trabajó en una heladería y en una sala de juegos de un casino, “recibiendo insultos”, y pensaba: “yo duré prácticamente 15 años dirigiendo y aquí estoy en esta sala de juegos. Tantas puertas que tocaba y no me daban la oportunidad de poder dirigir”.
Explica, que ese momento, con lágrimas en sus ojos, comenzó a dibujar una orquesta y dijo: “si las personas no nos brindan la oportunidad, nosotros vamos a crear una orquesta que sí brinde esas oportunidades… Y las personas más allegadas eran nuestros compañeros venezolanos que están en el sistema”.
Comenta que las personas los llamaban locos, “porque es imposible que sin ningún recurso económico, tú puedas mantener una orquesta. Y empezamos a sembrar esa semilla. Esa piedra que estamos construyendo, se está volviendo una catedral”.
Así como Manuel, Yaneth Jurado, gerente de la orquesta, vivió una situación similar, al no saber cómo “es el asunto aquí a nivel artístico”.
Manuel, Yaneth y Víctor García (Co-fundador), se propusieron a buscar músicos en el país, en unión con Código Venezuela.
Y solo fue cuestión de días para que 25 músicos tocaran la puerta. “El 20 de octubre de 2019, nos inauguramos”, dijo orgullosa.
José Alberto Scott, Igor García, Jorge Alcarra, Mónica Hernández y Vicente Freijeiro, también cuentan sus historia, todos ellos, con factor común, la perseverancia para salir adelante mientras haces lo que amas.
Finalmente, Manuel Jurado, expresa su ilusión de querer cambiar al mundo a través de la música.
“No soy el mejor director del mundo. Aquí tengo en mi orquesta gente que yo admiraba desde niño, y lo que hago es con mucha humildad, pero con un objetivo muy claro a donde quiero llevar a la orquesta”.
Con emoción explica que, si consiguen una sede, allí crearán una orquesta infantil y una juvenil.
“Queremos crear tantas orquestas porque todos esos niños van a ver una inspiración en la Orquesta Cruz-Diez, y todo ellos van a querer tocar dentro de la orquesta. ¿Y qué les vamos a enseñar? Disciplina, constancia, valores; que con esfuerzo se puede llegar a grandes cosas. Que era un sueño, pero ahora es tangible, y nada en esta vida es imposible”, dijo.
Para ver la entrevista completa, puedes ingresar al canal de YouTube de EsGoi