El gobierno de Chile escaló la tensión diplomática con Colombia al emitir una nota de protesta formal por las duras declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre el recién electo mandatario chileno, José Antonio Kast. Petro, en redes sociales, había advertido que «por el sur y por el norte vienen los vientos de la muerte» y afirmó que «jamás le dará la mano al hijo de un nazi».
El ministro de Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, anunció la entrega de la nota de protesta al embajador de Colombia en Chile, Sebastián Guanumen, para manifestar la «molestia por los inaceptables dichos». Van Klaveren calificó los comentarios de Petro como una «falta de respeto y una intromisión impropia en asuntos de política interna».
El jefe de la diplomacia chilena enfatizó que las palabras de Petro no solo «denostan al presidente electo», sino que también atacan la «decisión soberana del pueblo de Chile y a la solidez democrática de nuestras instituciones». Petro había arremetido en su cuenta de X (anteriormente Twitter) contra la elección de Kast, declarando que «El fascismo avanza» y que la elección de Pinochet (en referencia a Kast) es «más triste ahora» que la imposición de Pinochet por la fuerza, considerándolos «hijos de (Adolf) Hitler».
Este cruce diplomático subraya la profunda división ideológica en América Latina tras la victoria del ultraderechista Kast, quien se ha declarado abiertamente seguidor del general Augusto Pinochet. Chile busca marcar un límite a la injerencia extranjera, mientras que Petro consolida su posición como uno de los líderes más críticos de los movimientos de derecha en la región.