La capacidad del Cementerio Municipal de Oeste, de Barquisimeto, estado Lara, conocido como Cementerio Nuevo, prácticamente colapsó y los difuntos están siendo sepultados en las calles internas del camposanto.
Sobre el tema, El Informador Venezuela conversó con Juan Campos, director del cementerio, quien confirmó la situación. Explicó que, de las 49 hectáreas originalmente disponibles, ya se han ocupado 48. Ante esta realidad, señaló que ahora la prioridad es garantizar el sepulcro de los fallecidos, lo que justifica el uso de las vías internas para este propósito.
El promedio de entierros es 15 personas diariamente, expresó.
En relación a los espacios que aún permanecen disponibles en los laterales del cementerio, mencionó que, aunque abarcan aproximadamente una hectárea de terreno, no toda esa superficie puede ser utilizada.
Al ser consultado sobre la posibilidad de iniciar una construcción en otro cementerio próximamente, aseguró que existen varias propuestas en análisis en este momento, aunque evitó proporcionar detalles al respecto.
Campos plantea la necesidad de una campaña educativa integral que sensibilice a la población sobre el cuidado del cementerio, y otros aspectos relacionados con las prácticas funerarias, entre éstas la incineración.
En las últimas décadas, la cremación ha comenzado a consolidarse como una alternativa frente a los cementerios tradicionales, y la pandemia del Covid-19 ha impulsado un aumento en esta práctica en el país, según datos de la Cámara Nacional de Empresas Funerarias (Canadefu).
No obstante, el aspecto cultural sigue siendo determinante, -señala Campos- la cremación aún no es una práctica ampliamente adoptada, ya que solo entre el 3 % y el 5 % de los familiares optan por cremar a sus seres queridos.
En el estado Lara, únicamente dos empresas privadas ofrecen este servicio.
Insiste en que la sociedad debe tomar conciencia sobre el tema y solicita una mayor difusión a través de los medios de comunicación y las plataformas digitales, con el objetivo de alcanzar al mayor número de personas posible.
Proyectos de cenizarios
Juan Campos señaló que en el Cementerio Municipal se está trabajando en un proyecto de cenizario, diseñado por él mismo. La estructura, con dimensiones de dos metros y medio de alto por siete metros de largo, tiene capacidad para albergar 48 difuntos, lo que representa una mejor optimización del espacio en comparación con una sepultura convencional, que usualmente acoge a solo tres.
Destacó que el proyecto aún está en proceso, ya que es necesario cumplir ciertos requisitos relacionados con las normas de sanidad y control de calidad antes de su implementación.
Es fundamental fomentar un cambio de mentalidad y valorar las ventajas que la cremación ofrece como alternativa al entierro tradicional. Más allá de los beneficios desde el punto de vista sanitario, también destaca por la reducción de costos funerarios, el mejor aprovechamiento del espacio en los cementerios y su menor impacto ambiental, comenta Campos.
Cementerio monumental de Cerritos Blancos
El camposanto, se llamó originalmente como Cementerio Monumental de Cerritos Blancos, terminó adoptando su nombre popular de «cementerio».
Este cambio se produjo a mediados de la década de 1960, cuando surgió la necesidad de un espacio que aliviara la saturación del antiguo cementerio de Bella Vista. Para esa época, todas las áreas del cementerio de Bella Vista ya estaban completamente ocupadas debido a la gran cantidad de tumbas y especialmente panteones que se mantienen allí desde su fundación en 1884, según explica Carlos Guerra, miembro de la Asociación de la Asociación de Cronistas del estado Lara.
Así fue como, en 1968, se inauguró y comenzó a operar el nuevo cementerio. Esta obra fue diseñada y ejecutada por el arquitecto Iván Faroh y el ingeniero Dieter Sydow, contando con el apoyo financiero otorgado por la municipalidad de Iribarren durante la administración del presidente municipal Don Luis Gallardo. ac
