El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, hizo oficial su candidatura a la reelección en octubre, lo que le da tres meses para cerrar una brecha de dos dígitos y asegurar la victoria.
El Partido Liberal aprobó el domingo la candidatura de Bolsonaro durante su convención en un estadio de Río de Janeiro. El apoyo era ampliamente esperado y meramente simbólico, dado que el presidente de extrema derecha ha hecho campaña durante meses, recorriendo el país para recabar apoyo y recordar a los votantes por qué no deben respaldar a su némesis, el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
“No necesitamos otra ideología que no haya funcionado en ningún otro lugar del mundo. Necesitamos mejorar lo que tenemos”, dijo Bolsonaro en el escenario, rodeado de ministros, exministros, familiares y otros aliados. «No es fácil, pero una cosa me consuela, es no ver a un comunista sentado en esa silla mía”.
Bolsonaro ha tratado de caracterizar la próxima carrera como una batalla entre el bien y el mal, haciendo eco de su campaña en 2018.
La gente formó largas filas para ingresar al estadio, donde la melodía de campaña “Capitán del Pueblo” sonaba repetidamente. Los simpatizantes iban vestidos con los colores nacionales verde y amarillo, aunque había decenas de asientos vacíos en el estadio, que tiene una capacidad para unas 13.600 personas.
Varios partidarios del presidente dijeron a The Associated Press que si Bolsonaro no gana, Brasil seguirá el ejemplo catastrófico de Venezuela.
Lula lidera todas las encuestas como pasó en 2018, hasta que lo sacaron de la contienda debido a una condena por corrupción que fue anulada el año pasado.
Bolsonaro enfrenta una batalla cuesta arriba. Una investigación del Congreso el año pasado recomendó que él y los funcionarios de la administración enfrenten acusaciones penales por acciones y omisiones relacionadas con la segunda cifra más alta de muertes por el coronavirus en el mundo.
Una encuesta de Datafolha difundida en junio encontró que 47% de los encuestados planea votar por Lula y 28% por Bolsonaro.
Fuente: AP