En las últimas semanas, Argentina ha experimentado un repunte en los casos de COVID-19, atribuido a la resiliencia del virus SARS-CoV-2 y la emergencia de la variante JN.1. A pesar de los esfuerzos globales, el virus sigue circulando y evolucionando, demostrando su capacidad de adaptación.
Expertos señalan que la baja percepción del riesgo y la disminución en las tasas de vacunación son factores clave detrás del aumento. La variante JN.1, clasificada como variante de interés por la OMS, impulsa los contagios en Argentina y otros lugares, destacando la importancia de mantener actualizados los esquemas de vacunación.
El período festivo y las vacaciones han exacerbado la situación, facilitando la propagación del virus entre grupos que normalmente no se encuentran. La falta de campañas de comunicación eficaces y la percepción reducida del riesgo contribuyen a la reticencia en la vacunación.
Especialistas instan a la población a retomar medidas preventivas, incluyendo el uso de barbijos en ciertos casos. Además, subrayan la necesidad urgente de aumentar las tasas de vacunación, destacando que solo un pequeño porcentaje ha recibido refuerzos. La vacunación recurrente se presenta como la herramienta más efectiva para reducir cuadros severos y proteger a grupos vulnerables.
A medida que Argentina enfrenta este desafío, los expertos también hacen un llamado a reforzar las políticas públicas destinadas a promover la vacunación. El conocimiento y la acción colectiva son fundamentales para superar esta fase crítica y mitigar el impacto del COVID-19 en la salud pública.