La pobreza en Argentina en el primer semestre de este año se ubicó por debajo del 37% registrado el año pasado, aunque la cantidad de indigentes se incrementó en coincidencia con una inflación en los peores niveles de las últimas tres décadas.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reportó este miércoles que 10,6 millones de personas que habitan en 31 conglomerados urbanos tomados como muestra son pobres, lo cual equivale el 36,5% de la población. La última medición del segundo semestre del año pasado había dado 37,3%.
Dentro del universo de hogares pobres, se constató un aumento de la indigencia a 8,8% desde el 8,2% del semestre anterior. Esto implica que 2,5 millones de personas no cubren con sus ingresos una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.
Si se traslada la muestra al total de habitantes del país —46,2 millones de personas— la pobreza alcanza a 16,8 millones de habitantes, de los cuales 4 millones son indigentes.
Según el reporte, “la distancia entre los ingresos de los hogares pobres y la canasta básica total (CBT) aumentó levemente respecto del segundo semestre de 2021”.
Mientras el ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de 58.472 pesos (equivalentes a 382 dólares), el costo de la canasta estuvo en 93.177 pesos (equivalentes a 610 dólares).
Este desfasaje coincidió con una aceleración de la inflación en el primer semestre del año hasta alcanzar en junio el 7,4%, la tasa mensual más alta desde la hiperinflación de principios de la década de 1990. Acumula más del 56% en ocho meses del año y los analistas estiman que a este ritmo la inflación anual podría llegar a los tres dígitos.
El dato más alarmante del informe oficial refiere a que más de la mitad de niños de 0 a 14 años son pobres.
En lo que respecta a zonas geográficas, la pobreza impacta principalmente al Gran Buenos Aires –capital y los suburbios que la rodean– y en las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis.
Fuente: AP