La justicia peruana emitió el lunes una histórica sentencia contra el expresidente Alejandro Toledo, condenándolo a 20 años y seis meses de prisión por aceptar sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, en el contexto del escándalo de corrupción conocido como Lava Jato. Este fallo marca un hito en la lucha contra la corrupción en el país andino, siendo la primera condena de alto perfil relacionada con este caso.
Toledo, quien ocupó la presidencia de Perú entre 2001 y 2006, fue hallado culpable de recibir hasta 35 millones de dólares en sobornos de Odebrecht, actualmente denominada Novonor, a cambio de facilitar la adjudicación de contratos para la construcción de una carretera que conecta la costa sur de Perú con la selva amazónica brasileña. Durante el juicio, que se extendió por un año, Toledo mantuvo su inocencia y solicitó cumplir su condena en su hogar debido a problemas de salud, incluyendo un diagnóstico de cáncer.
La sentencia fue anunciada en una sala adaptada en un penal de Lima, donde Toledo ha estado recluido desde su extradición desde Estados Unidos en abril de 2023. En este mismo establecimiento, se encuentra el expresidente Pedro Castillo, quien enfrenta investigaciones por rebelión tras su destitución en 2022. Además, el histórico penal ha albergado a otros altos funcionarios, como Alberto Fujimori, quien fue liberado por un controvertido indulto humanitario.
El escándalo de Odebrecht ha sacudido a la política peruana, afectando a casi todos los expresidentes del país. Actualmente, otros exmandatarios como Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala están bajo investigación por sus vínculos con la empresa brasileña. El expresidente Alan García se suicidó en 2019 antes de ser detenido por acusaciones de corrupción.
Toledo, quien tuvo una formación académica destacada en universidades de Estados Unidos, firmó el contrato con Odebrecht al final de su mandato, una obra que se concretó durante los gobiernos de García y Humala. La constructora, que en su momento fue una de las más grandes de la región, admitió en 2016 haber pagado sobornos para obtener contratos en varios países de América Latina.
Con esta condena, Toledo se convierte en el primer exmandatario peruano sentenciado en el marco del caso Odebrecht y el segundo en ser condenado en general, tras Fujimori. La lucha contra la corrupción sigue siendo un tema candente en Perú, donde la desconfianza hacia los líderes políticos ha crecido exponencialmente.