No sabemos de quién –o de quiénes— será la culpa, pero son muchos los sectores barquisimetanos que están pagando la culpa de una administración, si no pésima, por lo menos deficiente, y muy deficiente, por cierto.
Es harto conocida –porque se trata de un hecho público y notorio, no desde ahora, sino desde hace ya unos cuantos años, tantos, que ya ello parece rutina– la gran cantidad de brotes de agua que se han abatido sobre Barquisimeto desde hace ya unos cuantos lustros.
Por supuesto, normalmente, esos brotes son, o de aguas negras, es decir, aguas cloacales, o de aguas blancas, es decir, agua potable.
¿Culpa de Hidrolara? No somos quienes, y menos ingenieros, para, a priori, emitir un juicio de valor en cuanto al establecimiento de responsabilidades al respecto.
En todo caso, se supone –aun cuando en la mayoría de las ocasiones no es así— que algo tendrá que decir al respecto ese organismo.
Mientras tanto…
Pero, mientras llegan las potenciales soluciones a tantos “brotes” de esas aguas, pues las familias que se ven afectadas sencillamente deben seguir habiendo lo que estoicamente han hecho hasta ahora: Esperar. Más nada.
En esta oportunidad, nos vamos a referir a una buena cantidad de brotes de agua, con la particularidad de que, en este caso, se trata de agua “ligada” –por expresarlo de alguna manera–, ya que salen “juntas” –o mezcladas– a la calle tanto agua potable, como agua de cloacas ¿Por qué motivo? Vaya usted a saber.
¿Y dónde está ocurriendo eso, desde hace ya varios meses?
Pues en la Avenida “Divina Pastora”, de Barrio Unión, en la parroquia del mismo nombre; y las gráficas que adjuntamos a esta crónica hablan por sí solas.
Precisamente, fue la señora María Alexandra Valles quien nos aportó alguna información en torno al caso.
Ella reside en la carrera 1 con la calle 16 de Barrio Unión, y, por supuesto, su familia es una de las tantas afectadas por tal situación.
Obviamente, nos señala también que esa situación de la mezcla del agua potable mezclada con las aguas cloacales lleva alrededor de tres meses, lapso durante el cual la Alcaldía del Municipio Iribarren apenas les ha surtido de agua de cisterna en unas tres oportunidades.
–Del resto, nosotros mismos nos hemos visto obligados a pagar a los cisterneros para que nos surtan del preciado líquido.
Otras áreas en las cuales se ha presentado esta desagradable situación son la carrera 1 con la calle 4, y la misma avenida “Divina Pastora”, desde la calle 14 hasta la 18, y, por supuesto, en todas las adyacencias de tales direcciones.
Las deducciones se las dejamos a nuestros millares de lectores, paralelamente con nuestros deseos de que llegue allí la solución lo más pronto que fuere posible.
Reinaldo Gómez
Fotos: Ángel Zambrano
