Este domingo a las 08:00 horas, las urnas han abierto en Chile para la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales que se perfilan como históricas y polarizadas. Más de 15 millones de chilenos están llamados a decidir entre dos visiones contrapuestas: el candidato de extrema derecha, José Antonio Kast, y la candidata de izquierdas y oficialista, Jeannette Jara. La jornada electoral, que se extenderá hasta las 18:00 horas, definirá el rumbo político del país para los próximos años.
La votación se mantiene obligatoria para los más de 15 millones de ciudadanos censados, un factor crucial que influye en la participación. A pesar de la obligatoriedad, las autoridades han reportado cerca de 132.000 solicitudes de excusa para justificar la ausencia, lo que demuestra la tensión y la complejidad de este proceso. El electorado chileno tiene la responsabilidad legal de participar, a menos que cumpla con las excepciones establecidas, como encontrarse a más de 200 kilómetros de su mesa de votación.
La candidata Jeannette Jara fue la primera en dirigirse a la prensa este domingo, transmitiendo un mensaje de «tranquilidad y optimismo» ante la inminente votación. La oficialista, que ganó la primera vuelta con el 26.9% de los votos, se declaró lista para el resultado, señalando que: «He hecho toda la pega que había que hacer. Ahora ya es cosa de esperar la voz de los chilenos y chilenas». Subrayando su confianza en la victoria, la candidata indicó incluso que tiene ya tres discursos preparados para la noche.
A pesar de la ventaja de Jara en la primera vuelta, el panorama para este balotaje es sumamente ajustado. Su rival, José Antonio Kast (que obtuvo el 23.93%), ha logrado consolidar un bloque al sumar el respaldo explícito de los otros tres candidatos de derecha, unificando a ese sector político clave. Este apoyo convierte la elección en un duelo impredecible, donde cada voto será decisivo para determinar quién dirigirá a Chile en el próximo periodo presidencial.
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