La denominada “cayapa judicial” implementada por el Poder Judicial no es sino una solución a medias en cuanto a los beneficios que supuestamente debía brindar a los procesados, y a los intentos de descongestionar los centros penitenciarios del país.
De esa forma, se expresaron dos abogados penalistas locales, concretamente los doctores Yolny Cuta Montañez y Abraham Cantillo.
El primero hizo énfasis en que, ciertamente, con “esa tal“ cayapa judicial, se pone al imputado en algo así como en un “tres y dos”.
–¿Por qué? Pues simplemente porque la única manera de rebajarle la sentencia es que se declare culpable del hecho o de los hechos que se le imputan, independientemente de que los hubiese cometido, o no.
Ello permite que se le rebaje la pena en un porcentaje estimado en entre un 35 ó 40 por ciento.
¿Era –o es— como que si se pusiese al imputado entre la espada y la pared?
–Por supuesto. Es una manera de que el imputado escoja el mal menor; es decir, entre salir pronto, o seguir allí, preso, y con un juicio andando, que no se sabe hasta dónde se pueda prolongar.
Por su parte, Cantillo, coordinador del Capítulo Lara del Foro Penal Venezolano, se expresó en términos parecidos, y resaltó que, por lo demás, ese beneficio se aplica únicamente para los delitos penales de menor cuantía, es decir, para los que conllevan hasta un máximo de cinco años de prisión.
Reinaldo Gómez
Gráficas. Julio Colmenárez