Laudelino Mejías
Entre verdes montañas
circundada de flores
de calles empedradas
con leyendas de amores.
Pujante y laboriosa
hogar de Cruz Carrillo
de aquel héroe sencillo
fuiste cuna gloriosa.
Trujillo, primoroso rincón
belleza y tradición
de la región andina.
Trujillo, heroica y colonial
que acaricia el Castán
como una sonatina.
Trujillo, señora y soberana
que sellara en Santa Ana
el armisticio.
Pedazo de mi patria
tierra de Laudelino
que escribiera en la noche
su Conticinio.
Indudablemente que Venezuela tiene a todo lo largo y ancho de su geografía, disímiles rincones llenos de historia y personajes dignos de resaltar y uno de ellos lo es indiscutiblemente la ciudad de Tujillo, capital del estado que lleva el mismo nombre, muy bien descrita en la poesía con la que hemos iniciado esta entrega de Reseña de la Añoranza, correspondiente al vals del maestro Rafael Miguel López titulado “Salve Trujillo”, donde de manera lacónica y lirica al mismo tiempo, sintetiza la significación de esta región andina de calles empinadas y circundada de flores lo que siempre se aprecia cuando se visita este paraje, pujante y laboriosa por su determinante producción agrícola, heroica y colonial que sellara en Santa Ana el armisticio y es que su fisonomía urbana nos habla de esa estampa tradicional arquitectónica y constructiva heredada de la colonia por una parte y por la otra en Santa Ana de Trujillo, tuvo lugar el 27 de noviembre de 1820 el armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra, que sellaron con su firma Simón Bolívar y Pablo Morillo, el primero en nombre del Ejercito Libertador y el segundo en representación de la Corona Española. Este acontecimiento histórico marcó un hito en la independencia de Venezuela, ya que significó una tregua de seis meses y el reconocimiento mutuo de manera oficial y por vez primera como fuerzas beligerantes.
Estas particularidades, como hemos dicho, las resumió muy bien el maestro Rafael Miguel López en la letra de este vals, que quedó finalista en el IV Festival de Música Popular Venezolana, organizado por el Ateneo de Trujillo, en cuyo certamen la obra fue galardonada con el tercer lugar, la cual estuvo interpretada por el Dr. Hugo Morales, tenor que vocalizó la obra con el respaldo de la orquesta que estuvo bajo la dirección y arreglos del maestro Ulises Acosta, cuyo pergamino está fechado el 5 de noviembre de 1971, refrendado por las rubricas de la Dra. Mireya Mendoza de Nieto, como Presidenta del Ateneo de Trujillo y la de Juan de Dios Chacón en su condición de Secretario Ejecutivo de dicho Ateneo, siendo el jurado calificador el conformado por Hildebrando Rodríguez, Leopoldo Lugo, César Augusto Gambos, Maruja de Carrillo y Rubén Darío Matheus.
De la misma forma, el maestro Rafael Miguel López nos dice en “Salve Trujillo”: “…Pedazo de mi patria tierra de Laudelino que escribiera en la noche su Conticinio…” y es que, esta composición de Laudelino Mejías, es quizás sin temor a equivocarnos, el himno sentimental de los trujillanos, desde su creación que se ubica en 1922.
Pero ¿Quién fue Laudelino Mejías?, cuya obra musical a tenido una trascendencia fenomenal hasta el sol de hoy, autor de «Conticinio» uno de los valses venezolanos más conocidos del cancionero popular de nuestro país. La música sin discusión alguna fue compuesta en Trujillo por Laudelino Mejías en 1922, y la letra más conocida, porque tiene varias, fue escrita por el barinés Egisto Delgado.
Pues bien, Laudelino Mejías nació en la ciudad de Trujillo, estado Trujillo, el 29 de agosto de 1893, destacándose sobresalientemente como músico y compositor venezolano, que desarrolló casi que instintivamente el don connatural con que vino al mundo, esa condición tan particular con la que son ungidos algunos seres humanos y que en su caso, fue ello la simiente que propició la superación de la orfandad en la que había quedado a muy temprana edad. El pequeño Laudelino, reconoció su vocación musical como espectador de músicos de retreta en su pueblo natal.
Según Miguel Azpúrua (2010), Laudelino Mejías se formó musicalmente en la Escuela y Banda Filarmónica de Trujillo, dirigida por el sacerdote y músico Francisco Esteban Razquín y por su padre Aparicio Lugo, este último quien fungía de subdirector de dicha banda. También recibió clases del maestro italiano Marcos Bianchi ubicado en Pampán. Así, estudió el clarinete, instrumento que tocó en bandas durante su adolescencia, y a pesar de haber recibido ofertas para especializarse en el exterior, optó por quedarse en el país para cuidar de su abuela, quien se había encargado de él tras la muerte de sus padres desde muy joven, por lo cual había quedo a cargo de ella.
Esa pasión, fue la que lo llevó a descubrir su connatural talento por la música al observar, como hemos acotado, a los músicos en sus actuaciones populares, además de que su padre, Aparicio Lugo, también músico, como hemos hecho ver, le enseñó composición, solfeo y clarinete, siendo este su primer instrumento y si bien ya había alcanzado un buen entendimiento con la música, fue en la Escuela Filarmónica de Trujillo donde perfeccionó sus habilidades.
En 1911 tras el fallecimiento de su padre, pasó a ocupar el puesto de su progenitor al haber sido nombrado subdirector de la Banda Filarmónica fundada por el ya nombrado clérigo español Francisco Esteban Razquín, de la cual fue director a partir de 1916. En 1922 se instaló en Valera como director de la Banda Lamas, y ese mismo año compuso dos de sus valses más famosos: «Mirando al Lago», inspirado en el Lago de Maracaibo, y «Conticinio», vals que le dio fama internacional y que fue inspirado en la nostalgia por el estado Trujillo. Más tarde vivió en Ciudad Bolívar, donde estuvo a cargo de la banda del estado por tres años.
Sin embargo, refiere Miguel Azpúrua (2010), que fue por motivos políticos por los cuales se ve obligado a marcharse al estado Zulia, donde ingresa a la banda dirigida entonces por Leopoldo Martucci y que actualmente se denomina Banda de Conciertos Simón Bolívar, la cual se había fundado el 9 de febrero de 1878. Cabe acotar que, este tipo de organizaciones hacían las veces de escuelas de música como se ha comentado y por ello la importancia que tienen en la historia musical de Venezuela, ya que no fue sino hasta el surgimiento de la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación, que se organizaron oficialmente las Escuelas de Música, como parte de una política cultural de Estado. De allí la importancia del encuentro entre Laudelino Mejías y Leopoldo Martucci, nacido en Santa Lucia de Severino, Provincia de Avellino, Italia, quien había llegado a Venezuela en 1897 en compañía de su hermano Vicente Martucci, este último quien fue inspector de bandas militares, director de espectáculos públicos de Caracas y director de las escuelas de bandas del Ejército Nacional.
No cabe duda que, Laudelino Mejías fue un destacado músico y compositor quien a lo largo de su fructífera vida, no solo dejó una profunda huella en la historia de la música de nuestro país, habiendo sido creador de más de 500 obras musicales, sino que también logró impactar al público internacional. Poco a poco con determinación y unos enormes deseos de superación, fue alcanzando el camino conducente al éxito, cuya dimensión incluso llegó a tener escala internacional, pero a pesar de su éxito, siempre hubo una cosa que lo identificaba y eso era el amor por su tierra, por su patria chica.
El talento que desarrolló Laudelino le valió la posibilidad de ser solista en la Escuela y Banda Filarmónica de Trujillo, y años después estar a cargo de ella como subdirector en 1911. Cinco años después, con el aquilatamiento de su experiencia, alcanza la dirección de la misma agrupación en 1916. Luego de formar parte de la banda de Maracaibo en 1921, se mudó a Valera y al año siguiente compuso la obra que sería un punto de inflexión en su carrera, como lo es “Conticinio”.
Con respecto a su vértice de fecundo compositor nos dice el poeta Raúl Díaz Castañeda citado por Haiman El Troudi (2022): “…Lo que hizo fue templar las cuerdas de su exquisita sensibilidad, para traducir a un fascinante idioma de vibraciones el colorido de las cosas visibles y la misteriosa intimidad de las abstractas. Creaciones tan llenas de armonía, tan suavemente entretejidas las variaciones, que la alegría o la tristeza que podamos sentir al escucharlas, no emana de su particular esencia sino del propio estado emocional…”
El vals Conticinio al parecer, fue compuesto en honor a una profesora de música de apellido Múnera, de la cual Mejías solía estar enamorado, a la vez que está inspirado en la nostalgia que le producía su natal Trujillo. El título es una evolución del latín conticinĭum, que alude a una hora nocturna en la que predomina la tranquilidad y el silencio, de allí que el maestro Rafael Miguel López, alude en la letra de su vals “Salve Trujillo”: “…Trujillo (…) pedazo de mi patria, tierra de Laudelino, que escribiera en la noche, su Conticinio…”
Según crónicas, la pieza fue estrenada en 1922 en la Plaza Bolívar de Valera por la Banda Lamas, bajo la dirección y arreglos del propio Laudelino Mejías. El vals adquirió una popularidad casi instantánea a partir de esa fecha. Tiempo después, Mejías hizo un concurso para dotar de letra al vals, que fue transmitido en vivo por Radio Trujillo, siendo Egisto Delgado el ganador del certamen, quien había asistido al estreno de la obra en la Plaza Bolívar de Valera, siendo natural del pueblo Calderas, Municipio Bolívar, estado Barinas, hijo de la Señora Aura Delgado y natural de Don Víctor Manuel Ángel, cuyo nacimiento tuvo lugar el 15 de abril del año 1900.
Bien vale entonces la siguiente acotación, cuando niño Egisto Delgado fue enviado por sus padres a Trujillo para su educación, estudió en el Colegio «Regina Angelorum», que funcionaba en una de las esquinas de la Plaza Bolívar de Trujillo, después comenzaron sus clases de música, se formó músico, fue alumno del Maestro Don Laudelino Mejías. Como músico, lo vieron como instrumentista de la Banda «Buenos Aires» dice en su «Historia del Estado Trujillo» Don Mario Briceño Perozo; otros historiadores lo señalan como músico de la «Banda Sucre» que en Trujillo fundó y dirigió Don Laudelino Mejías, según lo escrito en «Crónicas de Rigoberto Márquez» cuya letra dice textualmente:
“…No se oye el rumor es grato soñar teniendo un amor sabiéndolo amar.
La grata ilusión que diste a mí ser trocó mi dolor en arrullos y querer.
Este canto es nacido mi bien al calor de un amor es mi dicha, mi gloria, mi edén que disipa de mi alma el acerbo dolor.
La ilusión que ha sentido mi vida va embargada de inmenso pesar en tu reja florida congojas de pasión y mi alma triste doliente suspira embargada de inmenso pesar a ti niña querida yo te ofrendo mi cantar
Llegó el conticinio. Todo es silencio, mi dulce amor. Acércate y no temas mi cariño prenda querida mi dulce amor.
Llego el conticinio todo es silencio mi dulce amor alienta la esperanza mi cariño prenda querida mi dulce amor…”
Durante su carrera artística, Laudelino Mejías recibió numerosos galardones por su extensa y variada obra musical, entre las que se cuentan «Alma de mi Pueblo» y el «Himno a la Victoria». La Academia de la Música de Roma le otorgó el título de «Maestro Académico Honoris Causa» y fue honrado en vida con su propia estatua, que hoy se erige en la Municipalidad de la capital del Estado Trujillo.
A partir de 1933 Laudelino regresó a Trujillo para continuar al frente de la banda Sucre y seguir componiendo música de diversa factura. Pero la última parte de su vida la vivió en Caracas, donde también trabajó como profesor de clarinete, armonía y teoría y solfeo. Finalmente la lampara vital del palpitar de Laudelino Mejías se apagó en Caracas a los setenta años de edad el 30 de noviembre de 1963.
Barquisimeto, domingo 31 de agosto de 2025.
Fuentes Consultadas:
Azpúrua, M. (2010) Efemérides Musicales de Latinoamérica. Editorial Horizonte. Barquisimeto. Venezuela.
El Troudi, H. (2022) Laudelino Mejías, fiel enamorado de la música y su Trujillo natal [Artículo en Línea] Disponible en: https://haimaneltroudi.com/laudelino-mejias-fiel-enamorado-de-la-musica-y-su-trujillo-natal/
Fundación Wikimedia (2024) Laudelino Mejías [Información en Línea] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Laudelino_Mej%C3%ADas
Fundación Wikimedia (2024) Conticinio [Información en Línea] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Conticinio
Libro Oferta. (s/f) Las 100 mejores Canciones Venezolanas de todos los tiempos. Caracas. Venezuela.
Oliva, K. (s/f) Laudelino Mejías y su Gran Legado Musical. [Información en Línea] Disponible en: https://venezolanosilustres.com/secciones/homenaje/laudelino-mejias/
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