Investigadores del Instituto de Microbiología y Epidemiología de Pekín, opinan que la enfermedad, a la que llamaron «heniparivirus Langya», probablemente se transmitió a los humanos a través de la musaraña, un mamífero parecido al ratón. Los pacientes padecieron fiebre, fatiga y tos, así como anorexia, mialgia y náuseas.
A principios de agosto, el grupo de investigadores publicaron un estudio en el New England Journal of Medicine sobre el nuevo henipavirus, detectado en 35 pacientes entre 2018 y 2021.
Afirmaron que no observaron signos de transmisión de persona a persona. Solo las que tienen contacto frecuente y directo con musarañas pueden correr el riesgo de contagiarse. Casi todos los pacientes infectados eran agricultores de las provincias chinas de Shandong y Henan.
«La amenaza no es grave, siempre y cuando no se esté en contacto con la especie huésped o con un animal intermedio que esté en contacto con ellos (animales con el henipavirus)», dijo a DW James Wood, jefe del departamento de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cambridge.
Aunque, destacó que el virus está estrechamente relacionado con otros que tienen una alta tasa de mortalidad en humanos, por lo que la preocupación y la precaución están justificadas.
Las enfermedades zoonóticas son comunes
Los científicos estiman que más del 60 por ciento de las enfermedades infecciosas conocidas en personas, pueden transmitirse a partir de otros animales, quienes causan el 75 por ciento de las enfermedades infecciosas nuevas o emergentes en los humanos.
La mayoría de los brotes a gran escala mundial, como el coronavirus, el ébola, el MERS y el virus Zika, han sido provocados por la propagación de virus zoonóticos.
Si se observara una transmisión de persona a persona con henipavirus, sería «muy preocupante», dijo Jimmy Whitworth, experto internacional en salud pública de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Por otra parte, Nikolaos Vasilakis, experto en enfermedades infecciosas emergentes de la Universidad de Texas, dijo que la cero transmisión de persona a persona y la naturaleza esporádica de los casos supone que haya poca amenaza para la población.
Sin embargo, Vasilakis dijo que el conjunto de datos era muy pequeño y que se necesita más investigación y vigilancia.
«Si la proporción de la muestra aumenta, quizás los resultados no sean representativos. No lo sabemos. Es muy difícil evaluar un número limitado de muestras sin conocer el verdadero alcance del impacto y la presencia en la población humana”, explicó.
Fuente: DW