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Tertulias de Café/ Maximiliano Pérez

                     ¡Verborrea Cafetalera !

Todo hace “presumir” que, la situación cafetalera nacional ha de continuar cual danza macabra, “exterminando inexorablemente”, lo que queda, en y de las montañas venezolanas.

Después de habérsenos invitado a degustar aquella escatológico publicidad, de pregonar la existencia de cifras inexistentes de café, como parte de la cosecha lograda entre los años 2021-2022, sin que se haya aclarado el supuesto lugar de su almacenamiento, “presumo” que, sin conocimiento de causa, porque todo sucede después de haber sido destruida la última finca experimental de café, por los integrantes de una comuna que dice llamarse “Argelia Laya,” la finca “Las Lomas”, ubicada en la entrada de la población de Villanueva y de que, personas que se dicen representantes de los caficultores expresan públicamente que: “están produciendo hasta ciento veinte quintales por hectárea.”

¿Será qué, los técnicos, nacionales e importados, desconocen el funcionamiento biológico de las plantas, cómo para calarse tal aseveración?

¡Claro que debe haber escasez de café! Llevamos años diciendo que, en Venezuela, apenas si cubríamos el consumo interno; y que esto, a veces se lograba con café pasilla y/o contaminado con broca (que no sirve sino para ser quemado), que algunos traen de contrabando.

Cada vez que los caficultores estamos a punto de hacer valer nuestros Derechos Humanos, constitucionales y legales, reconocidos en Sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, aparecen y/o reaparecen algunos funcionarios y/o algunos “presuntos” representantes nuestros qué, con supinos conocimientos, se valen de argumentos increíbles para hacer valer sus irritas propuestas.

La lógica hace “suponer” qué, algunos periodistas que cubren las declaraciones de estos individuos deberían ser más perceptivos y llevarles un seguimiento a fin de determinar sus contradicciones. Es mi deber acotar qué, algunos de ellos son conocidos, pero según mi criterio, el daño que han ocasionado y siguen ocasionando a las humildes familias productoras de la noble cereza, con manipulada intención, por desconocimiento, o percepción errada de la realidad cafetalera, hasta ahora, es incuantificable.

Entre otras cosas, sigue causando daño la caficultura de escritorio. Bien lo dijo el presidente de los Estados Unidos Dwight Eisenhower:

“La agricultura luce fácil cuando el arado es un lápiz y se está a dos mil millas del campo de Maíz”

Las personas que manejan sus fincas desde un teléfono celular o, las personas que procesan datos inverosímiles, como por ejemplo: Aquellos caficultores que compran café en su zona y lo suman a la producción de sus fincas; así como también algunos técnicos “importados” de países sin tradición cafetalera y con muy baja productividad, que han pretendido implementar experiencias de zonas con latitudes muy diferentes a las nuestras, y entre estas técnicas está el cultivo de café a plena exposición solar, incentivando la tala y la quema en las nacientes de los más importantes ríos del país y de sus afluentes, deberían saber las consecuencias de la “Ley de Causa y Efecto.” Cuya penalización por su violación, inefablemente, la pagará las generaciones futuras.

¿Quién (es) es (son) el (los) responsables de los daños físicos, mentales y colaterales causados por la presunta violación de la Constitución Nacional y de los Derechos Humanos, fundamentales de las humildes familias que cultivaban la “Semilla que Cambió al Mundo…” “El Café” y que, después de ser los “Guardianes Gratuitos del Ambiente,” la desesperación impuesta con los precios viles al producto de su trabajo, esfuerzo, tesón, perseverancia e inversión, venciendo un modus viventi prehistórico, los llevó a ser los depredadores de casi todo el sistema montañoso venezolano, acabando con las nacientes de agua y minimizando la producción de oxígeno, y del desastre ocasionado a la población y a la producción de alimentos por la escasez de combustible y del deterioro progresivo de los servicios de electricidad, agua potable e internet?

¿Cuál es el interés de exterminar un sistema productivo autosustentable y autosuficiente, preservador de la vida al proteger las nacientes de agua dulce y producir oxígeno en el país que es el séptimo reservorio del vital líquido en el mundo, único modo que tenían más de ochenta y cinco mil familias venezolanas para obtener los ingresos monetarios necesarios para cubrir sus necesidades; generador se económicas encadenantes; cobijo de la industria sin chimeneas, el turismo y, cultura del pueblo venezolano, mientras al café turco y a las zonas cafeteras colombianas se les declara “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad?”

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