Las tumbas en el Cementerio Municipal del Oeste, de Barquisimeto, estado Lara, reflejan el descuido y el abandono hacia quienes ya han terminado su ciclo de vida, según evidencia su estado actual.
«Lo que siempre representa un desafío es controlar la maleza, y más en temporada de lluvias», expresa el director del cementerio, Juan Campos, anticipándose a una pregunta que sabe será inevitable. Explicó que no utiliza herbicidas debido a los efectos secundarios, especialmente considerando que el cementerio está rodeado de numerosas comunidades.
Para garantizar que el cementerio se mantenga libre de maleza, es esencial fomentar la corresponsabilidad. Cada día se realizan en promedio 15 entierros, lo que equivale a 5.400 fallecimientos al año. A pesar de estas cifras, menos del 5 % de los familiares acude regularmente a visitar a sus seres queridos, dejando un 95 % que no asiste al lugar.
Este es un cementerio que tiene 49 hectáreas y es necesario la colaboración de todos para mantener este espacio limpio, como homenaje a los seres queridos sepultados en este lugar, dijo.
Seguridad
La seguridad, parece haber mejorado notablemente. Durante un recorrido, algunos visitantes comentaron a El Informador Venezuela que ahora se sienten seguros como para caminar dentro del cementerio, algo que antes les resultaba impensable. Por su parte, Campos aseguró que ya han transcurrido más de dos años sin que se registre un acto delictivo en el lugar, gracias a la presencia de vigilancia policial permanente las 24 horas, reforzada por la instalación de un módulo en el área.
La gente abre boquetes
Preguntado acerca de los boquetes en la cerca perimetral y acumulación de basura dentro del cementerio, a la altura de las calles 5 y 6 de San Francisco, Campos respondió que, aunque han reparado la estructura de la pared en varias ocasiones, las personas vuelven a abrir huecos para arrojar desechos.
En tal sentido, hace un llamado a los comerciantes de la zona para que colaboren al respecto. Por otro lado, mencionó que en la esquina del cementerio con la avenida Florencio Jiménez se enfrentaba una situación similar, pero logró resolverse gracias al apoyo de los mototaxistas que tienen su parada en ese lugar. Según Campos, ellos se encargan de vigilar y evitar que se dañen las cercas nuevamente.
Ese es un tema de conciencia, y es necesario educar a la población a través de campañas y desde la escuela ir formando ciudadanos más responsables, añadió Campos. ac
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