La salud de los obreros de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) depende de una “llamada telefónica que nadie responde”, expresó Jaime Liscano, comité de jubilados y pensionados de la UCLA.
Mientras tanto, la salud se complica a la espera de que Indira Marcano, coordinadora regional centroccidental del Sistema Integral de Salud del Ministerio de Educación Superior (Sismeu), responda la llamada y autorice el ingreso a la clínica, acusó
Para poder ser ingresados en esos centros de salud les dicen que deben cancelar 100 y 200 dólares. De dónde los saca el trabajador con el “mísero sueldo que devengan”.
Los trabajadores están desamparados al no contar con seguridad social, ya que el seguro de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM) depareció hace tiempo, afirmó.
Hay trabajadores que requieren tratamientos inclusive quirúrgico. Para mitigar su situación están organizando rifas, potazos… para recabar fondos, adelantó.
Los trabajadores no tienen seguridad social, ya que tampoco cuentan con seguro funerario después de haber laborado 30 y 35 años. Eso no es justo.
De una nómina de 1200 trabajadores poco más de 700 son jubilados y pendionados quienes son más vulnerables, -dijo Liscano- tras una reunión en la que participaron Hernán Sánchez y Víctor Orozco, presidente y secretario de Higiene y Seguridad del Sindicato de Obreros, (Soucla).