El huracán Roslyn azotó este domingo 23 de octubre, una franja escasamente poblada de la costa mexicana del Pacífico entre las ciudades turísticas de Puerto Vallarta y Mazatlán, y luego se transformó en tormenta tropical y avanzó rápidamente tierra adentro.
Para el domingo por la noche, Roslyn tenía vientos de 45 kilómetros por hora (30 millas por hora), un descenso con respecto a su máximo previo de 209 km/h (130 mph). El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) indicó que el meteoro estaba a unos 80 kilómetros (50 millas) al oeste-noroeste de la ciudad norteña de Monterrey.
El huracán se movía hacia el nordeste a 35 kilómetros (22 millas) por hora y se esperaba que siguiera perdiendo fuerza al adentrarse en tierra. El NHC prevé que se disipe antes de llegar a Texas.
Medios locales reportaron que dos personas fallecieron tras refugiarse en estructuras inestables que se desplomaron durante la tormenta, pero la oficina de protección civil del estado de Nayarit dijo que no podía confirmar esas muertes.
Si bien Puerto Vallarta no fue golpeado directamente, sufrió fuertes lluvias y altas olas en el malecón.
Roslyn llegó a tierra en Nayarit, en los alrededores del poblado de Santa Cruz, cerca de la ciudad de San Blas, a unos 150 kilómetros (90 millas) al norte de Puerto Vallarta. Es aproximadamente la misma zona afectada por el huracán Orlene el 3 de octubre.
José Antonio Barajas, alcalde de San Blas, dijo en un video difundido en redes sociales que algunas casas habían resultado dañadas y el servicio eléctrico se interrumpió, pero nadie murió ni resultó herido de gravedad.
En Tepic, la capital de Nayarit, Roslyn derribó árboles y anegó algunas calles. Las autoridades pidieron a la ciudadanía quedarse en sus casas mientras cuadrillas de trabajadores intentaban despejar una carretera bloqueada por un alud.
La Comisión Federal de Electricidad reportó que más de 150.000 viviendas se habían quedado sin energía debido a la tormenta. Para el domingo a mediodía aproximadamente una tercera parte de esos clientes ya tenían servicio.
Varios restaurantes costeros en Puerto Vallarta, que se encontraban llenos de turistas el sábado, estaban vacíos el domingo, y en algunos de ellos las olas derribaron barandales y pequeñas estructuras con techo de paja que suelen proteger a los comensales del sol.
El director de protección civil de Puerto Vallarta, Adrián Bobadilla, dijo que las autoridades estaban patrullando la zona, pero no han visto daños graves.
Protección civil publicó en internet un video de rescatistas regresando al mar a una tortuga que fue empujada a tierra por las enormes olas.
La Comisión Nacional del Agua indicó que las lluvias arrojadas por Roslyn podrían causar deslaves e inundaciones. Por su parte, el NHC advirtió que las intensas precipitaciones podrían provocar inundaciones repentinas y deslaves en la montañosa región tierra adentro.
Fuente: AP