La resolución del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) que, entre otras cosas, establece el doble turno escolar, sigue concitando posiciones encontradas en torno a sí.
Sobre el escabroso tema, en esta oportunidad, procedimos a pulsar la opinión de los profesores Carlos Giménez Lizarzado, educador egresado del Instituto Pedagógico de Barquisimeto, con experiencia docente a todos los niveles, desde el inicial hasta el universitario, y Fausto Romeo, presidente de la Asociación Nacional de Institutos de Educación Privada (ANDIEP).
“Total improvisación…”
Para el primero de los nombrados, tal resolución no es sino “una muestra de improvisación total, comenzando porque, para ello, no se consultó con nadie, y ni siquiera con los educadores, que era con quienes primero debieron haber consultado”.
–Pero es que tampoco consultaron ni siquiera con los padres y representantes, porque, de alguna manera, quienes más afectados se las verán serán los propios estudiantes”.
– En otras palabras, es un simple cambio en la forma y no en el fondo.
–Es natural –aseveró luego— que todo cambio que tenga profundidad en algún organismo público genere resistencia, pero es que, a ello hay que sumarle que dicha resolución desconoce cualquier tipo de aspecto, de los cuales muchos de ellos tienen qué ver con el proceso educativo, como el aspecto pedagógico, el administrativo, el político mismo, etc.
En cuanto a la reducción de la hora académica, de 45 a 35 minutos, “eso tiene dos bemoles”.
–Uno de ello, es que habrá materias para las cuales 35 minuto pudieran ser suficientes.
–Pero habrá otras, cono las de química, matemática, física y biología, por ejemplo, para las cuales, a mi juicio, 35 minutos no serán suficientes.
–En otras palabras, ello significará una disminución de la calidad académica del estudiante.
–En fin, este cambio nos puede llevar a una nueva forma ef analfabetismo y a una nueva forma de ignorancia.
Recordó luego que también hay que añadirle a todo ello, el asunto de las condiciones socioeconómicas de muchos estudiantes, sobre para costearse cuatro veces al día el transporte público hacia sus plantel educativo, aparte de las “lamentables condiciones” de muchos de esos planteles en sus estructuras físicas, y en su dotación alimenticia, de agua y de electricidad.
Sinceración
Por su parte, el segundo de los nombrados manifestó que tal resolución “sencillamente sincera lo que ya es un hecho, desde hace alrededor de siete años”.
Expresó que, su juicio, el proceso educativo de los colegios privados que han establecido el horario desde las 7:00 de la mañana para el doble turno, lo han hecho con relativa normalidad, hasta ahora.
Añadió que dicho horario, incluso, no tiene por qué necesariamente restringir, o afectar, otras actividades del educando en el plantel.
Explicó que, en el tiempo antes indicado, “nosotros hemos ido adecuando progresivamente la formación curricular a lo que establece la respectiva resolución”.
Apuntó que, en todo caso, “cada uno de nuestros planteles ha ido adecuándose de acuerdo con sus propias condiciones de funcionamiento”.
¿Le haría usted alguna observación a esa resolución?
–Bueno, tal vez el momento en que se emitió, porque algunos de nuestros planteles, y quizás unos cuanto institutos públicos, podrán adecuarse a la misma, pero muy probablemente a partir del mes de enero próximo.
Reinaldo Gómez
