Grupos activistas internacionales, fiscales mexicanos y un perro entrenado para olfatear dispositivos de memoria unieron sus fuerzas este mes para atrapar a un sospechoso de pedofilia en Ciudad de México.
Un recién graduado de la academia de policía de cuatro patas llamado Hidu, descubrió a un sospechoso criminal de alto perfil al olfatear óxido de trifenilfosfina, o TPPO, un recubrimiento químico utilizado en dispositivos electrónicos.
Hidu usó su sentido del olfato para buscar supuesta evidencia de pornografía infantil en el departamento de Ciudad de México de Jason Maatman, un holandés que promueve el sexo con niños.
Maatman huyó a la Ciudad de México para escapar de una acción legal pendiente en su tierra natal, según los informes.
Operation Underground Railroad, una organización sin fines de lucro que ayuda a rescatar a las víctimas del tráfico sexual, ayudó a rastrear a Maatman a través de las redes sociales y las salas de chat, y luego lo ayudó a atraerlo a una reunión con detectives encubiertos en una estación de autobuses.
Los fiscales de la ciudad utilizaron cámaras de vigilancia de la calle para rastrear los movimientos del sospechoso hasta su apartamento. Una vez dentro, Hidu, olió el TPPO, un químico utilizado en dispositivos de memoria como unidades flash y tarjetas de memoria para evitar el sobrecalentamiento.
Maatman fue arrestado y ahora está detenido por cargos de trata de personas y posesión de drogas y armas.
Fuente: New York Post
