El Centro Stile Ferrari ha develado su último One-off, un modelo basado en el 488 GT3 que irrumpe como una interpretación adelantada a los deportivos de la próxima generación, mucho más allá de no ser rojo, sino color aluminio
Ferrari es única marca del mundo del automóvil que tolera ciertas licencias, como que a sus autos, al menos en italiano y español se los llame como “La Ferrari” y no “El Ferrari”. Pero así como tiene esas particularidades, también tiene asociadas otras cosas como la combinación de letras y números que se usan para identificarlas, o el característico color rojo, que son casi indisociables, aunque claro, hay Ferraris amarillas, azules y negras. Y sino recordemos la Testarrosa de Diego Maradona sólo para tomar como ejemplo.
Sin embargo, el último modelo presentado oficialmente en Maranello viene a romper con varias de estas tabulaciones “per sé”. A simple vista no parece un auto real, sino un render de computadora o un auto de un juego de consola, donde todo es posible porque no hay que convertirlo en realidad. Sin embargo, no sólo es un auto verdadero, sino que será también único y nadie podrá comprarlo, porque se hizo a pedido de un cliente para su uso personal en circuitos.
Su nombre es Ferrari KC23 y su color es un gris aluminio que no forma parte de la paleta de colores de la casa italiana. Es el último modelo de la serie “One-Off” elaborado en el Centro Stile Ferrari bajo la dirección del afamado diseñador Flavio Manzoni, quién dirige el programa Special Projects.
Como ocurre siempre con los “One-Off” de Ferrari, la base sobre la que se construyen estos autos debe corresponder a un modelo de serie. Así, el KC23 proviene un 488 GT3 Evo 2020, del que respeta diseño, chasis y motor. El auto original es modelo 2016, actualizado hace tres años con el kit “Evo 2020″. Es un modelo que logró 530 victorias y 119 campeonatos ganados en diferentes torneos GT, lo que le permite el título del “Ferrari más exitoso de la historia” en carreras de resistencia.
Pero, aunque se trate de un auto que no puede circular por las calles, sino exclusivamente en circuitos, el KC23 es un diseñado únicamente para un uso no competitivo en pista, y la razón radica en su cambio de configuración muy particular. Se lo considera un deportivo dual, ya que cuando está detenido, en una disposición estacionaria, luce líneas simples y elegantes, pero cuando comienza a circular por un circuito de carreras, repentinamente deja que se vean sus grandes tomas de aire de apertura automática y un imponente alerón trasero.
La idea con la que fue concebido, y en la que coincidieron tanto el cliente como los diseñadores, es que esta sea una primera aproximación al futuro del mundo de los superdeportivos de la marca. Por un lado, mostrar una imagen sobria y por otro la más extrema que fuera posible representar con esa misma base. Así, en el diseño se ocultaron esas entradas de aire, que sólo aparecen cuando se enciende el motor V8 de doble turbo, mostrando cierta idea de un auto con vida, que se despierta al escuchar el ronco sonido de sus escapes.
El alerón trasero, en cambio, no aparece desde un compartimiento interno, sino que se coloca en los soportes que están ocultos en las líneas negras que bajan desde el techo hacia el remate de cola. Pero ese no es el único modo de generar carga aerodinámica en el KC23, ya que se le han incorporado paneles con cinemáticas específicas que se activan automáticamente al encender el motor. El primero de ellos está ubicado detrás de la rueda delantera, donde se descubre un desviador de flujo que aumenta la carga vertical delantera y mantiene el equilibrio aerodinámico adecuado. El segundo, en la parte trasera, garantiza el flujo de aire necesario para refrigerar el intercooler y los componentes auxiliares, así como la admisión del propulsor V8.
Otros dos aspectos llamativos del auto son sus puertas, que tienen sistema de apertura vertical articuladas en un solo brazo, algo que ya se utilizó en el primer súperdeportivo híbrido de la marca llamado “LaFerrari”, y el color de su carrocería, que han llamado Gold Mercury, y que se trata de una pintura de cuatro capas especialmente desarrollada con base de aluminio. El metal líquido que contiene la hace muy brillante cuando recibe la luz solar directa, permitiéndole cambiar de tonalidad en función del tipo y ángulo de la luz que incide sobre ella.
En el interior, es un auto de carreras puro y completo, pero mantiene la base del 488 GT3 Evo 2020, salvo por un rediseño de los paneles de las puertas el tablero del lado del acompañante, que lo hay en este vehículo. Al ser retirados los espejos retrovisores para mejorar el desempeño aerodinámico, la visibilidad trasera se logra con un sistema de cámaras que ofrecen tres distintas vistas, central y ambos laterales, y que no forman una sola imagen en el panel de visión, sino tres pantallas colocadas una al lado de la otra en el mismo orden que el conductor necesita verlas.
La realización del modelo KC23 demandó tres años de trabajo en el Centro Style Ferrari. Fue presentado oficialmente el pasado 11 de julio en las instalaciones de la fábrica italiana y será exhibido este fin de semana en el Festival de la Velocidad de Goodwood, en Inglaterra, antes de quedar en exposición durante todo el mes de agosto en el Museo Ferrari de Maranello.