Este jueves 26 de junio, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) expresó su solidaridad con las familias afectadas por las intensas lluvias de los últimos días en la región andina del país.
Mediante un comunicado, la iglesia católica señaló su preocupación por los graves daños que dejaron las torrenciales precipitaciones. «En el estado Mérida, al menos 273 familias han visto sus vidas trastocadas, sus hogares afectados, y la incertidumbre se cierne sobre su futuro inmediato. Ante esta realidad, como pastores, queremos expresar nuestra profunda cercanía y solidaridad con cada persona, cada familia que hoy sufre las consecuencias de estos embates climáticos», reza el comunicado.
En ese sentido, exhortó a «todas las instituciones, organizaciones y a cada ciudadano de buena voluntad a sumarse a los esfuerzos de ayuda, colaborando con Cáritas y las iniciativas que desde esta pastoral de nuestra Iglesia ya están en marcha para brindar el apoyo necesario a los más vulnerables».
Asimismo, elevó su voz «para hacer un llamado urgente a la prevención. Es fundamental que, como sociedad, fortalezcamos nuestras capacidades de respuesta y mitiguemos los riesgos, protegiendo así la vida y el bienestar de todos».
Finalmente, la Conferencia Episcopal Venezolana, pidió a Dios por el consuelo de quienes han sufrido pérdidas, por la pronta recuperación de los heridos, y por la fortaleza de todos los afectados para reconstruir sus vidas. «Pedimos a la Santísima Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, que interceda por nosotros y nos cubra con su manto protector, guiándonos en la fe y la esperanza».
Gc